domingo, 18 de mayo de 2025

Sobre el magnesio

 

Pepel del magnesio en salud musculoesquelética

(Liguori S et al. Int J Mol Sci. doi: 10.3390/ijms252011220)

 

El magnesio (Mg) es el 8º elemento más abundante terráqueo, esencial para procesos fisiológicos y bioquímicos, con 25 g en el cuerpo humano, la mitad en esqueleto y un tercio en músculos y tejidos blandos. Es crucial en el metabolismo celular y cofactor en 300 enzimas, indispensable para la formación de energía (ATP, con generación de energía aeróbica y anaeróbica, así como glucólisis).

 

El Mg es necesario en el acoplamiento de la fosforilación oxidativa mitocondrial y ayuda a la producción de radicales libres de oxígeno; esencial para la síntesis de DNA y RNA, de adenilato ciclasa y regulación de la actividad celular. Se obtiene en dieta que contengan espinacas, legumbres, nueces, productos animales y agua. Habitualmente el consumo de magnesio se infra-representa en mujeres (un tercio de requerimientos) y hombres (un cuarto de lo necesario).

 

La hipomagnesemia aumenta el calcio intracelular, lo que puede asociarse a calambres, hipertensión y vaso-espasmo, además de debilidad, hiporexia, fatiga, náusea y vómito, hasta convulsiones y alteraciones cognitivas.

 

De 305 estudios identificados, los autores seleccionaron 20, con observaciones de que el Mg tiene  tendencia a ser crítico en salud musculo-esquelética y homeostasis muscular, con potencial aumento de fuerza y masa muscular, además de disminución de fatiga. Sin embargo, no hay evidencia fuerte que apuntale lo señalado.

domingo, 11 de mayo de 2025

Envejecer con salud

 

Envejecer con salud

(Ravindranath M. New York Times, mayo 9)

 

La mayoría de los adultos mayores padecen al menos dos enfermedades crónicas, pero algunas personas llegan a los 80 años sin enfermedades graves.

 

Los investigadores sospechaban que la clave del envejecimiento más saludable era genética, pero tras secuenciar los genomas de 1400 de estas personas atípicas del envejecimiento —un grupo al que llamaron los “Wellderly” (por el idioma inglés: “bien” o “bueno” y “ancianos”) casi no encontraron diferencia alguna. Que los genes no determinen necesariamente un envejecimiento saludable es “liberador” y sugiere que “todos podemos hacerlo mejor” para retrasar las enfermedades, dijo Eric Topol, cardiólogo y fundador del Scripps Research Translational Institute, que dirigió el estudio sobre los “Wellderly”.

 

Topol es un destacado científico molecular que ha publicado 1300 artículos de investigación, su libro más reciente, Super Agers: An Evidence-Based Approach to Longevity, profundiza en la ciencia del envejecimiento, que evoluciona rápidamente; menciona que las herramientas como las pruebas de edad biológica y la predicción cada vez más sofisticada de los riesgos para la salud podrían llegar a esbozar una imagen más clara de cómo estamos envejeciendo. El estilo de vida impulsa el colapso biológico que conlleva la edad, somos más propensos a contraer enfermedades como el Alzheimer, el cáncer y la diabetes a medida que envejecemos.

 

Reconocemos estrategias para envejecer de forma más saludable:

1.      Practica ejercicios de fuerza; la actividad física reduce el riesgo de cáncer, depresión, diabetes y mortalidad en general. Una hora de entrenamiento de resistencia a la semana reduce el riesgo de mortalidad 25 por ciento. El entrenamiento de fuerza también se ha relacionado con mejor sueño, mayor densidad ósea y mejor salud mental, en comparación con la ausencia de ejercicio.

2.      El sueño adecuado puede reducir el riesgo de cáncer, enfermedad cerebrovascular y muchas otras enfermedades. Quien duerme menos horas de sueño profundo por noche tiene mayor riesgo de demencia.

3.      Reforzamiento de la salud mental, controlar el estrés es fundamental para reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mortalidad. El pasar 30 minutos a la semana en espacios verdes al aire libre se asocia a tasas más bajas de depresión e hipertensión. Las personas con vida social activa suelen tener menor riesgo de mortalidad y enfermedad.