martes, 28 de abril de 2015

Sobre la nutrición del anciano


" El placer, la comunicación y la comensalidad son los tres elementos que están presentes en el acto de comer de las personas mayores, y en la limitación uno se está privando del placer mismo de la comida; un placer sometido a estrictas normas, como las que un régimen severo impone, deja de ser un placer. Por lo que se deberían evitar dietas demasiado estrictas, y convendría hacer de la transgresión de las normas una práctica esporádica pero necesaria para dejar espacio al placer ".

Bibliografía:

- Gómez González, T. Los factores socio-económicos, familiares y psicológicos en la desnutrición del anciano. Manual de atención al ANCIANO DESNUTRIDO en el nivel primario de salud. 2011 Grupo de Trabajo de Atención Primaria, perteneciente a la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG)

jueves, 23 de abril de 2015

Riesgo de Diabetes y estatinas

Por su importancia, me parece que la lectura de este artículo es relevante.  Además es un estudio con un buen número de participantes y con un buen tiempo de seguimiento.

Diabetología
, Volume 58, Issue 5, pp 1109-1117
Date: 10 Mar 2015

Increased risk of diabetes with statin treatment is associated with impaired insulin sensitivity and insulin secretion: a 6 year follow-up study of the METSIM cohort

Conclusions/interpretation

Statin treatment increased the risk of type 2 diabetes by 46%, attributable to decreases in insulin sensitivity and insulin secretion.

viernes, 17 de abril de 2015

Más sobre el Ebola...

Por lo polémico, actual y sobre todo controversial, me permito publicar este artículo...

Ébola: la verdad al descubierto
¿A quién le importa ya el ébola? 

Por lo visto, no a mucha gente. El ejército estadounidense regresó el 26 de febrero de 2015 y en los últimos 21 días sólo ha habido un fallecimiento por ébola en Liberia, el país más afectado por la epidemia (acumula 4.332 muertes desde el inicio, incluyendo las probables y las sospechosas, además de las confirmadas), según el último informe de la OMS, del 1 de abril de 2015. (1) 

Pero ahora que se ha pasado la psicosis mediática, empieza a asomar la verdad. Una verdad incómoda.

Le prometí que seguiría al tanto del asunto y voy a cumplirlo. Por eso hoy vuelvo a hablar del ébola. Lo que le voy a contar hoy no lo podrá leer en la prensa, oírlo en la radio ni verlo en la televisión. 

Un caso de estudio de psicosis mediática
Todos los días, de septiembre a noviembre de 2014, los periódicos, las emisoras de radio, los canales de televisión y las páginas web de información nos decían al unísono que el África occidental estaba “asolada”, que la gente “caía como moscas”, que las calles “eran un manto de cadáveres”, que “nada volvería a ser como antes”, que las “culturas locales estaban acabadas”, que hacían falta más fondos, más ayuda, más dinero, el ejército y helicópteros para combatir la pandemia más grave que jamás haya amenazado a la humanidad. 

Y luego… ya lo ve. 

¿Quién se acuerda hoy de la auxiliar de enfermería Teresa o de su perro Excálibur? 

Tras unas semanas, el ébola prácticamente ha desaparecido del paisaje mediático, salvo para quienes nos preocupamos en seguir buscando información activamente donde podemos. 

Las cifras no cuadran
El ébola me atrajo desde el principio porque, al hacer un cálculo rápido, me olí algo raro. 

Nos hablaban de miles de muertos, de una enfermedad que es mortal en 9 de cada 10 casos, del peor virus que haya existido. Pero las cifras no cuadraban. 
8,7 millones de africanos mueren todos los años por alguna enfermedad. (2) 
Tan sólo la diarrea mata, todos los días, a 2.195 niños. (3) 
El paludismo acaba cada año con entre 1 y 3 millones de personas. 

Pero, en el caso del ébola, la escala utilizada no ha sido en absoluto la misma. No se hablaba de varios miles de muertos al día, como con las otras enfermedades, sino de varios miles de muertos en total, desde que se produjo el primer fallecimiento (exactamente 10.445 fallecimientos desde el comienzo de la epidemia en abril de 2014 hasta el 29 de marzo de 2015, que son los datos que recoge el informe de situación de la OMS del 1 de abril de 2015). (4) 

¿Por qué tanta psicosis? Al parecer, la fiebre hemorrágica del Ébola era especialmente peligrosa “porque es muy contagiosa”, nos aseguraban. 

Mentira. 

El ébola no es una enfermedad muy contagiosa, y todos los expertos lo sabían desde el principio. Sólo se transmite por contacto directo con los fluidos corporales (vómitos, sangre, excrementos) a través de una herida o de una mucosa (ojos, boca, nariz). 

No se coge con un simple roce, como apretándole la mano a un enfermo, ni mucho menos por el aire, como la gripe. 

La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) así lo explicaba en su página web: 

“La transmisión requiere contacto directo con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de personas o animales infectados, vivos o muertos, todo lo cual es muy improbable en el caso del viajero típico”. (5) 

Además, es muy difícil que cambie el modo de contagio de un virus, incluso en caso de mutación. Así que era sumamente improbable que la epidemia de ébola mutara y empezara a propagarse en masa. 

Sylvain Baize, director del Centro Nacional de Referencia de Fiebres Hemorrágicas Virales del Instituto Pasteur de Lyon, lo aclaraba en la prensa: 

“Es muy improbable que el virus del Ébola cambie radicalmente y adquiera, de modo eficaz y a corto plazo, la capacidad de transmitirse por vía aérea. […] Casi se podría decir que los que auguran o plantean esta posibilidad poseen una gran imaginación”. (6) 

Sin embargo, tras una notable campaña de relaciones públicas, la OMS y los gobiernos occidentales decidieron destinar a la lucha contra el ébola una cantidad de recursos delirante que asciende a cientos de millones de dólares. (7) 

A día de hoy, entre el desembolso de los Estados Unidos, de la OMS, de todos los países europeos, de los gobiernos locales y de todas las organizaciones humanitarias, el gasto total suma 2.400 millones de dólares. (8) 

Tal muestra de solidaridad mundial es motivo de alborozo, pero por otro lado, hay que ponerse en el lugar de las poblaciones locales. Víctimas de terribles guerras y de gobiernos corruptos que dejan que los aniquilen sin defenderlas, ven a sus hijos morir porque carecen de lo mínimo, de cosas que cuestan unos pocos euros. 

Lo que se ha destinado al ébola representa, en cambio, más de 213.000 dólares por persona fallecida (la epidemia ha causado 10.445 muertos), 213.000 dólares que podrían salvar a 213.000 niños de la diarrea. De hecho, las asociaciones humanitarias afirman que se puede salvar a un niño de esta plaga con un solo dólar. (9) 

Con esta cantidad, también se podrían curar nada menos que a 171.000 niños ó 42.000 adultos con paludismo, ya que el conocido medicamento contra el paludismo (atovacuona e hidrocloruro de proguanil) permite tratar la mayoría de casos y cuesta entre 11 y 17 euros para un niño y 45 euros para un adulto. (10) 

Pero para eso no hay presupuesto. 

¿Se ha evitado una pandemia mundial?
Por lo menos, todo el dinero que se ha gastado en el ébola habrá servido para evitar una epidemia mundial, pensarán algunos. 

Es cierto que las cifras comunicadas por las autoridades eran alarmantes. En el mes de septiembre de 2014, los expertos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos pronosticaron que, para el 20 de enero de 2015, la epidemia habría afectado a 1,4 millones de personas en Liberia y Sierra Leona. (11) 

En realidad, el número total de casos de ébola, en toda el África occidental, sólo ha sido de 25.206 hasta el momento, y hay que remarcar que no se trata de fallecimientos, sino de personas afectadas. (12) 

Así que, por lo que respecta al ébola, los “expertos” se han equivocado en un 70.000% en las previsiones a cuatro meses vista. Ha leído bien: un 70.000%, con cuatro ceros. 

Hace casi un año que la “pandemia” hace estragos en una zona que alberga a 20 millones de personas, lo cual representa 1 persona de cada 800. Comparemos esa cifra con la de enfermos de cólera en Haití en 2010, que afectó a 700.000 personas en una población dos veces menor, es decir, a 1 persona de cada 15. (13) 

¿Qué es lo que ha sucedido? Según un artículo publicado el 1 de febrero de 2015 en el New York Times: 

“Los expertos intentan comprender cómo la enfermedad que desafió los alarmantes pronósticos de los mejores investigadores del mundo en enfermedades infecciosas parece estar desapareciendo a una velocidad sorprendente”. (14) 

La conclusión que se impone hoy en día nos viene dada en detalle en un artículo que acaba de publicarse también en el New York Times. 

En Liberia, los responsables del retroceso de la epidemia no son, en absoluto, las organizaciones internacionales: 

“El mayor cambio proviene de las precauciones tomadas por los propios locales. Sin ninguna ayuda exterior, o con la mínima, acondicionaron sitios para lavarse las manos en puntos estratégicos. [Nota: se trata de cubos de agua desinfectada con lejía]. Identificaron a enfermos y a muertos. También hay muchos que pusieron en cuarentena a familias enfermas y restringieron las visitas de personas de fuera”. 

¿Y qué ha sido de los hospitales construidos de emergencia para acoger a los enfermos? El New York Times nos hace saber que: 

“Se han abierto algunas clínicas gestionadas por liberianos o asociaciones caritativas, pero el gran descenso del número de enfermos se ha producido un mes antes de que los centros que construyó el ejército estadounidense recibieran al primer paciente”. 

¿Y cómo lo ha logrado la población local, sin hospitales? 

Muy sencillo: 

“La gente empezó a protegerse mejor en casa, tapándose los brazos con bolsas de plástico para atender a los miembros enfermos de la familia. Este ´equipo´ (las bolsas de plástico) ha recibido el apodo de ´EPP liberiano´”. 

El EPP (equipo de protección personal) es el nombre que reciben los trajes impermeables completos, tantas veces mostrados en televisión por su espectacularidad ante las cámaras. 

Pero esas imágenes no eran nada representativas de la realidad: mientras los periodistas de la CNN y la LCI grababan a los miembros de organizaciones humanitarias equipados al estilo occidental, la inmensa mayoría de africanos se las arreglaba audazmente con lo que había, como siempre. 

Se servían de bolsas de plástico, que en no pocos casos bastaron para protegerles. Seguramente, la contaminación habría sido aún menor si hubieran contado con los EPP, pero por suerte no esperaron y se defendieron como pudieron. 

Y es que, como los africanos no quieren dar pena a los occidentales, que ansiaban organizarlo todo en su tierra para salvarles del ébola, han encontrado unas palabras que llegan al alma: 

“La reacción internacional ha sido igualmente vital”, declararon los oficiales liberianos. «[…] Aunque la mayoría de camas llegaron demasiado tarde y se quedaron vacías, el hecho de ver cómo el mundo acudía a nuestro lado ha procurado un gran apoyo psicológico a una población en apuros” (El subrayado es mío). 

En otras palabras: “en la práctica, no habéis servido de nada, pero bueno, ¡nos ha hecho mucha ilusión que vinierais!” 

“Es la primera vez en la historia de nuestra nación que hemos visto desembarcar en nuestra tierra a auténticos soldados norteamericanos”, declaró la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf. “No os podéis imaginar qué diferencia ha supuesto en las esperanzas de la gente. Les ha motivado a seguir adelante”. 

A 2.400 millones de dólares, la motivación sale cara, ¡pero el amor no se paga con dinero! 

No obstante, la perspectiva no es tan alegre en el país vecino, Sierra Leona. Según un artículo del mismo New York Times: 

“En Sierra Leona, los habitantes también se han hecho cargo de las cosas por su cuenta, criticando la lenta y desorganizada reacción de su gobierno y de Gran Bretaña, su antigua potencia colonial”. 

Se han construido centros faraónicos en balde: 

“En una colina en las afueras de la capital, se talaron los árboles y se sustituyeron por hectáreas de grava lisa. El nuevo centro de tratamiento del ébola parece tenerlo todo: suelos de caucho rosa, botas de látex blanco, cuartos de baño con olor a Ajax, paneles solares, una farmacia y hasta una caseta con un tejado de paja donde relajarse. Sólo le falta una cosa: personal. El centro ha abierto hace poco, pero no trabaja en él casi nadie. En una zona especialmente afectada por el ébola, en la que todos los días muere gente porque no hay ninguna clínica, en la clínica Kerry de las 80 camas, 60 están sin usar”. 

Por desgracia, este disparate no constituye una excepción: 

“La mitad de los pacientes de algunas clínicas creadas de emergencia para el ébola ni siquiera están enfermos de ébola, pero lleva tanto tiempo obtener los resultados de los análisis de sangre, que permanecen ahí durante días y más días, ocupando las camas de personas cuya vida está en peligro, e incrementando en gran medida su propio riesgo de contraer el virus al quedarse ahí”. 

A pesar de esta lamentable confusión, los habitantes, sobre el terreno, hacen de tripas corazón. Ellos mismos han tomado las medidas necesarias y sencillas con lo que hay, lo cual ha servido de verdad para frenar la epidemia. 

“Con las escuelas cerradas, los docentes despedidos son los que han seguido la difusión de la enfermedad; algunos pueblos han creado centros de aislamiento informales (mejor dicho, un cercado en el que metían a los enfermos para que no salieran); y en algunos barrios, los habitantes levantaron barricadas y tomaban la temperatura a los que entraban”. 

“La caballería no llegaba”, afirma David Mandu Farley Keili-Coomber, jefe de la tribu mandu del este de Sierra Leona. “La caballería éramos nosotros”. 

Y ya está. 

Los Land Rover dotados de teléfonos vía satélite de las organizaciones humanitarias occidentales regresan, y los aviones despegan de vuelta a Europa y a los Estados Unidos. No habrán servido de casi nada, pero este asunto ha hecho que se venda un buen montón de periódicos, que durante meses suba la cuota de pantalla de televisiones y radios y que ciertos líderes políticos y altos cargos internacionales vuelvan a aparecer como los salvadores del mundo. 

Habrá producido escalofríos a cientos de millones de occidentales hastiados, y la impresión deliciosamente perturbadora de que, al fin, pueda pasar algo aterrador. 

Siempre hay un ganador
Por último, y por encima de todo, no hemos parado de oír hablar del ébola, así que nadie debe sorprenderse de que la industria farmacéutica ahora tenga numerosas campañas de vacunación en África ni de la difusión de nuevos medicamentos supuestamente milagrosos. 

El hecho de que la epidemia sólo afecte a unos centenares de personas no impide que algunos inviertan para vender millones de medicamentos, financiados por la generosa comunidad internacional (nuestros impuestos), cuyos fondos irán a parar directamente a las cuentas de las empresas farmacéuticas. 

Su eficacia sigue siendo hipotética: 

“Las primeras pruebas se mostraron alentadoras y brindaron la esperanza de estar mejor armados contra la fiebre hemorrágica”, explicaba la revista Sciences & Avenir el 6 de febrero de 2015, en un artículo titulado “Ebola: enfin un médicament efficace contre la maladie?” (Ébola: ¿por fin un medicamento eficaz contra la enfermedad?) (15) 

Observe los prudentes signos de interrogación del título, porque en el artículo no aparece ni una cifra, lo cual es muy curioso, ya que se han realizado estudios científicos en enfermos. Se habla de resultados “bastante positivos” y de una “rápida curación”, pero se cuidan de dejarlo todo sin definir para así evitar interrogantes y críticas. 

Me refiero a los mismos periodistas que, en lo relativo a la vitamina D o a los omega 3, siempre se precipitan a cuestionar la validez de los estudios y a exigir, antes de hablar positivamente, resultados nuevos que confirmen la confirmación de la confirmación… 

En cambio, lo que sí está claro es que el medicamento contra el ébola ya se comercializa en Japón, y que el productor japonés aseguraba, a finales de 2014, que disponía de "suficientes reservas para más de 20.000 personas". (16) 

Apuesto a que, dentro de poco, millones de dosis a un precio desorbitado llegarán a África. Y si no son de esa marca, serán de otra. 

Por suerte, mientras tanto, la vida sigue en África. 

¡A su salud! 

Juan-M. Dupuis 



Fuentes: 

“Ébola: informe de situación”. 1 de abril de 2015. OMS. 
“Factsheet: the leading causes of death in africa”. Africacheck.org
“Global Diarrhea Burden: Common illness, global killer”. Centers for disease control and prenvention (CDC) 
“Ébola: informe de situación”. 1 de abril de 2015. OMS. 
“Preguntas frecuentes sobre la enfermedad por el virus del Ebola”. Organización Mundial de la Salud (OMS) 
“Mutations du virus Ebola : quelles conséquences?”. Sciences et avenir. 17.09.2014. 
“Roughly $1.8 Billion in Ebola Relief Donations Haven't Made it to Africa”. Newsweek. 2.03.2015 
“Ebola: les pays touchés demandent une aide massive”. Le Monde Africa. 4.03.2015
“One Dollar Baby Diarrhea Vaccine Could Save The Lives Of 100,000 Children Every Year”. Amara.org 
Malarone 250 mg/100 mg
Estimation du nombre de futurs cas dans l'épidémie d'Ebola au Libéria et en Sierra Leone, 2014-2015”. Centers for disease control and prenvention (CDC) 
Ébola: informe de situación”. 1 de abril de 2015. OMS. 
Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud del 18.10.2013. 
“As Ebola Rages, Poor Planning Thwarts Efforts”. The New York Times. 6.12.2014
“Ebola : enfin un médicament efficace contre la maladie?” Sciences et avenir. 6.02.2015


miércoles, 15 de abril de 2015

Sobre el Aguacate

Este artículo revista mucha importancia, publicado en el blog de Cardiología hoy,  porque habla de un alimento de uso muy frecuente en nuestros países y principalmente en la ciudad donde vivo donde nos llaman "aguacateros" ...

Cardiología hoy | Blog
Publicado: 14 Enero 2015 | Dra. Miren Morillas Bueno
Según un estudio publicado recientemente en la revista de la Asociación Americana del Corazón, un aguacate al día dentro de una dieta moderada en grasa, puede ayudar a mejorar los niveles de colesterol LDL en personas con sobrepeso y obesidad.
Se publican los favorables resultados de la ingesta de esta fruta, como parte de una dieta con ingesta moderada de grasa, en relación a una dieta pobre en grasa o una dieta moderada en grasas sin consumo de este producto.
Los investigadores incluyen una modificación muy necesaria en la dieta estadounidense promedio, que es la sustitución de los ácidos grasos de la dieta, por ácidos grasos monoinsaturados (MUFA), en este caso mediante la ingesta de aguacate, y evalúan los efectos en las disminución el colesterol.

En concreto, cuarenta y cinco pacientes sanos, de entre 21 y 70 años, con sobrepeso u obesidad fueron aleatorizados al azar a una de tres dietas durante 5 semanas. Tras 2 semanas de una dieta estadounidense promedio (que consiste en 34% de calorías provenientes de grasa, 51% de carbohidratos, y 16% con origen en proteínas) inician uno de los 3 procedimientos ensayados a reducir el colesterol: dieta baja en grasa sin aguacate, dieta moderada en grasa sin aguacate, y moderada en grasas dieta con un aguacate por día.

Las dos dietas moderadas de grasa proporcionan el 34% de las calorías en forma de grasa (17% MUFA), mientras que la dieta baja en grasa proporciona el 24% de las calorías en forma de grasa, pero la proporción de MUFA en este grupo fue del 11%.

El descenso de la lipoproteína de baja densidad (LDL) fue de 13,5 mg/dl después de la dieta moderada en grasas que incluyó un aguacate, mayor, en relación a los descensos promedio que fueron inferiores tanto de la dieta moderada en grasa sin el aguacate (8,3 mg/dl más bajo) y en la dieta baja en grasa (7,4 mg/dl más bajo).

Perfiles de colesterol total, triglicéridos, LDL, colesterol no HDL, fueron más favorables después de la dieta de aguacate frente a los otros dos dietas para reducir el colesterol.


Comentario


Este estudio muestra el marcado y creciente interés por la investigación en nutrición, que nos permita la promoción de una dieta saludable junto con la implementación de ejercicio físico para reducir el riesgo cardiovascular con evidencia. Este interés a nivel asistencial dentro de la cardiología, se concreta en la actividad de las unidades de Prevención cardiovascular y Rehabilitación cardiaca, que utilizamos estos recursos de forma exponencial a raíz de que conocemos que sus efectos favorables alcanzan a la reducción de la morbimortalidad cardiovascular.

Resultados de diferentes ensayos, entre los que destaca de forma principal por la contundencia de sus resultados, el ensayo Predimed, apoyan la intensificación en los cambios dietéticos poblacionales, tras observar que la adopción de una dieta mediterránea que incluya aceite de oliva o frutos secos se acompaña de una reducción del riesgo relativo de aproximadamente un 30% de complicaciones cardiovasculares mayores. A partir de este estudio, el aguacate podría ponerse junto a estos alimentos grasos "cardiosaludables".

Este estudio de alimentación controlada, con empleo a diario de aguacate, en realidad no refleja el mundo real, pero su difusión puede ayudar a conseguir que la población se incline a adoptar una dieta saludable que incluya esta u otras fuentes de alimentos ricos MUFA y PUFA, en definitiva grasas cualitativamente cardiosaludables.

En nuestro medio, el aguacate todavía no es un alimento completamente convencional y menos aún en Estados Unidos. Como señala el artículo la típica preparación en forma de "guacamole", que se acompaña típicamente con chips de maíz, con alto contenido en grasas trans, calorías y sodio, no parece ser la forma más adecuada de preparación. Se debiera preparar con ensaladas, proteínas magras (como pollo o pescado) o simplemente sin elaborar.

Por tanto, la recomendación obligada que ya realizábamos de sustituir los ácidos grasos saturados por MUFA y PUFA como algo que puede reducir el riesgo cardiovascular a nuestros pacientes, después de este estudio, se puede especificar promoviendo el consumo de aguacate junto al de aceite de oliva y frutos secos.


Conclusiones y recomendaciones sobre los ácidos grasos monoinsaturados (MUFA) en sobrepeso y obesidad


Hay evidencia convincente de que la sustitución de hidratos de carbono por MUFA aumenta la concentración del colesterol HDL, reduce la concentración del colesterol LDL y la relación colesterol total/colesterolHDL, aumenta la sensibilidad a la insulina, y parece presentar con efectos favorables en el peso, en el porcentaje de grasa corporal, en la distribución central de grasa.


Bibliografía


1. Serra-Majem L, Roman B, Estruch R. Scientific evidence of interventions using the Mediterranean diet: a systematic review. Nutr Rev. 2006; 64:S27-47.


2. (Grasas y ácidos grasos en nutrición humana. Consulta de expertos. Estudio FAO alimentación y nutrición. ISSN 1014-2916 FAO ISBN 978-92-5-3067336.


3. Estruch R, Ros E, Salas-Salvadó J, Covas MI, Corella D, Arós F, et al. PREDIMED Study Investigators. Primary prevention of cardiovascular disease with a Mediterranean diet. N Engl J Med. 2013; 368:1279-90.


Sobre la autora del artículo:
Dra. Miren Morillas Bueno

Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco (1983-88). Premio extraordinario licenciatura. MIR en Cardiología en el Hospital de Basurto (1988-1993). Postgrado en Cardiología Clínica bienio 1992-1993 y Doctora (cum laude) por la Universidad del País Vasco 1993. Cardiólogo adjunto en el Hospital de Galdakao-Vizcaya (1994-actualidad). Coordinadora de la Unidad de Rehabilitación CardIaca y Prevención Secundaria del Hospital de Galdakao-Vizcaya (2013-actualidad)

jueves, 9 de abril de 2015

"Whatsappittis"

En la Publicación Diario Médico encontré el siguiente artículo, el cual me parace muy importante compartir.
 
Patologías tecnológicas

'Whatsappitis', una patología emergente por el uso abusivo del móvil

La postura prolongada de flexión en usos abusivos puede generar también tensión en los músculos con aumento de tono.

Redacción. Madrid | 26/03/2015 18:02

"The Lancet utilizó el término whatsappitis para referirse a la tenosinovitis por una utilización excesiva de WhatsApp", recuerda Rosa María Llorca, jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital HM Torrelodones, en Madrid, para quien desde la llegada de las aplicaciones para chatear se han empezado a ver daños que no se habían identificado con el móvil.
Según The Lancet, la whatsappitis se considera una patología emergente. Afecta sobre todo a los pulgares, y sus síntomas son dolor, hinchazón y entumecimiento, que aumentan con el movimiento. Pueden aparecer molestias en la muñeca y en otros dedos por sujetar el teléfono mucho tiempo. Llorca apunta que "la sobrecarga nunca es beneficiosa; lo recomendable es escribir alternando los dedos o utilizando un lápiz". Además, no conviene usar el teléfono de forma prolongada. La postura prolongada de flexión en usos abusivos puede generar también tensión en los músculos con aumento de tono y hasta contracturas desde la región del cuello a la región dorsal, que podrían extenderse a la región lumbar.

lunes, 6 de abril de 2015

Lo que nos espera...

Con la reciente noticia de una Shigella resistente a los antibióticos en los Estados Unidos, creo que vale la pena leer este artículo publicado en la Revista de Medicina Interna de Guatemala, por lo que les copio el siguiente enlace: