lunes, 26 de febrero de 2024

Píldoras SEMEG

 


Los estilos de vida saludables, como una dieta equilibrada o la realización de ejercicio físico regular, se asocian a un menor riesgo de enfermedades crónicas y a una mayor esperanza de vida, posiblemente al ralentizar el ritmo del envejecimiento biológico.

En el presente trabajo1 se evalúa si los sujetos que siguen más estrechamente una dieta mediterránea y son más activos físicamente en su tiempo libre muestran signos de retraso en el envejecimiento biológico respecto a aquellos con un estilo de vida menos saludable. Se trata de un estudio transversal bianual con más de 5 000 participantes estadounidenses mayores de 20 años. La edad biológica se calculó mediante el algoritmo PhenoAge, que incluye ocho biomarcadores analíticos. La combinación de los datos obtenidos entre 1999 y 2018 revela que los sujetos que siguen una dieta más saludable y que realizan más actividad física tienden a ser biológicamente más jóvenes. El efecto de los dos factores es aditivo e independiente entre sí y de la edad, sexo e índice de masa corporal. Las principales limitaciones del estudio son la inexistencia de una referencia estándar para medir el envejecimiento biológico y el diseño transversal del estudio que no permite establecer una relación temporal entre los estilos de vida saludables y el envejecimiento biológico.

La adopción de estilos de vida saludables se traduciría en un retraso en el envejecimiento biológico, aunque se precisan estudios longitudinales que analicen dicha relación.

REFERENCIA

  1. Thomas A, Belsky DW, Gu Y. Healthy Lifestyle Behaviors and Biological Aging in the U.S. National Health and Nutrition Examination Surveys 1999-2018. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2023; 78: 1535-1542. doi: 10.1093/gerona/glad082. https://academic.oup.com/biomedgerontology/article/78/9/1535/7075516?login=false

 

Pedro López-Dóriga Bonnardeaux. Hospital Universitario de Getafe

lunes, 19 de febrero de 2024

Tos postinfecciosa

 


Lo más destacado

Tos posinfeccciosa: no hay evidencias de tratamientos farmacológicos que funcionen

La tos posinfecciosa, aquella que persiste de tres a ocho semanas después de un resfriado, una gripe u otra infección respiratoria y que ha causado preocupación en Canadá durante este invierno, no cuenta con ningún tratamiento farmacológico efectivo probado, aseguraron médicos en un artículo de revisión en el Canadian Medical Association Journal.

Recomendación: "Muchos pacientes vienen buscando soluciones, pero en realidad toda la evidencia dice que el jarabe para la tos de venta libre simplemente no funciona. Veo médicos recetando inhaladores o diferentes fármacos que pueden costar cientos de dólares, aunque la literatura muestra que realmente no hay mejora. El tiempo y la paciencia son las dos claves para resolver esto", comentó uno de los autores, Dr. Kevin Liang, del Departamento de Medicina Familiar de The University of British Columbia, en Vancouver, Canadá.

Señales de alerta: El diagnóstico de este cuadro es por exclusión, ante la ausencia de hallazgos físicos y cuando se descartan otras posibles causas, como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, reflujo gastroesofágico y uso de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina. ¿Y cuándo se deberían encender las señales de alerta? "En general lo que preocupa cuando la tos se prolonga a lo largo del tiempo es que venga acompañada de silbidos, ronquidos audibles, dificultad respiratoria, fiebre, pérdida de peso, sudoración nocturna o cuando pasa el umbral de las dos o tres semanas. Y si pasan más de ocho semanas seguro hay que consultar, porque es muy poco probable que sea una tos posinfecciosa", sostuvo en Clarín el Dr. Alejandro Videla, jefe de neumología del Hospital Universitario Austral, en Pilar, Argentina.

jueves, 1 de febrero de 2024

Más sobre el Virus Sincitial Respiratorio

 


The Hidden Epidemic: Spotlight on the Unseen Impact of RSV on Adult Health 

Below are some key learning points to help reinforce the impact of this activity.

  - Globally, RSV infection represents a significant healthcare burden in older adults that is often underestimated. RSV infection accounts for 10.6% of hospitalizations for pneumonia, 11.4% of hospitalizations for COPD and 5.4% of hospitalizations for congestive cardiac failure.

  - Compared with influenza, RSV is associated with greater odds of prolonged hospital stay, pneumonia, ICU admission, COPD exacerbation and 1-year mortality.

  - Risk factors for severe RSV and complications include advanced age, immunocompromised status, and cardiopulmonary comorbidity.

  - Breakthroughs in vaccine research have led to a new era in RSV prevention that will help reduce the burden of RSV in older adults. There are currently 2 vaccines that have been FDA and EMA approved for use in older adults, with an efficacy rate ranging from 66.7% to 94.1%.