Los estilos de vida saludables, como una dieta equilibrada o la realización de ejercicio físico regular, se asocian a un menor riesgo de enfermedades crónicas y a una mayor esperanza de vida, posiblemente al ralentizar el ritmo del envejecimiento biológico.
En el presente trabajo1 se evalúa si los sujetos que siguen más estrechamente una dieta mediterránea y son más activos físicamente en su tiempo libre muestran signos de retraso en el envejecimiento biológico respecto a aquellos con un estilo de vida menos saludable. Se trata de un estudio transversal bianual con más de 5 000 participantes estadounidenses mayores de 20 años. La edad biológica se calculó mediante el algoritmo PhenoAge, que incluye ocho biomarcadores analíticos. La combinación de los datos obtenidos entre 1999 y 2018 revela que los sujetos que siguen una dieta más saludable y que realizan más actividad física tienden a ser biológicamente más jóvenes. El efecto de los dos factores es aditivo e independiente entre sí y de la edad, sexo e índice de masa corporal. Las principales limitaciones del estudio son la inexistencia de una referencia estándar para medir el envejecimiento biológico y el diseño transversal del estudio que no permite establecer una relación temporal entre los estilos de vida saludables y el envejecimiento biológico.
La adopción de estilos de vida saludables se traduciría en un retraso en el envejecimiento biológico, aunque se precisan estudios longitudinales que analicen dicha relación.
REFERENCIA
- Thomas A, Belsky DW, Gu Y. Healthy Lifestyle Behaviors and Biological Aging in the U.S. National Health and Nutrition Examination Surveys 1999-2018. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2023; 78: 1535-1542. doi: 10.1093/gerona/glad082. https://academic.oup.com/biomedgerontology/article/78/9/1535/7075516?login=false
Pedro López-Dóriga Bonnardeaux. Hospital Universitario de Getafe