SANTA CLOS
Sergio Castañeda Cerezo
En una de las rutinarias sesiones en
el cielo, estando presentes, toda la Junta Directiva, integrada por Tata Chus,
todos los Santos, los Ángeles, las Hadas Madrinas, los Santa Closes y toda la
burocracia celestial, ocurrió que a una descuidada Hada Madrina, se le disparó
su varita mágica hacia atrás y le pegó de golpe en el cerebro del Santa Clos de
Guatemala, y a partir de ese momento, éste comenzó a descontrolar la habitual
calma del cielo.
En todas las reuniones, nada le
parecía bien, creía que el sistema no era el correcto y continuamente
interrumpía las sesiones con opiniones nunca antes oídas y fuera del orden
establecido. Así, fue llamado al orden y
fue puesto en tratamiento con el Psiquiatra Celestial, a quien le pareció un reto el caso, ya que era el primero que se
presentaba desde la creación.
Por supuesto el Psiquiatra falló en el
intento de adecuar su conducta. Y, como era un primer caso y no había terapia
establecida, lo público en el Journal del cielo y lo llamó “psicosis del
Trabajo Celestial” y recomendó retiro temporal del mismo y aislamiento en el
purgatorio.
Habiendo muchos reportes pendientes y
siendo la burocracia tan grande, la suspensión no fue vista por el Jefe, en
vista de lo cual, el Santa siguió trabajando.
Así corrió el tiempo y se llegó la
Navidad y, sin percatarse de ello, al Santa rebelde le fue dado su trineo, sus
renos y sus regalos, y partió a hacer su trabajo, mismo que lo tenia realmente
molesto, porque sabia de antemano, como lo había denunciado tantas veces, que
solo habría regalos para los ricos, los que no necesitaban nada… así que,
decidió ahora hacer las cosas al revés, le dio los regalos a los pobres, y a los otros le llevó café,
pan, maíz y frijol.
-Ya se imaginaba el escándalo terrenal
que armó-
Los papás ricos comenzaron a pedir a
los curatos, misas urgentes, para que se estableciera el orden y también hubo
peregrinaciones a tierras santas y limosnas copiosas.
Por supuesto que el revuelo que este
causó en el Cielo fue mayúsculo, y de aquí se despachó, con carácter de
urgente, dirigidos por atrás de la oligarquía nacional, al cuerpo de Seguridad
del Orden Celestial, a aprehender de inmediato al subvertor del orden, con la
inmediata suspensión de sus funciones.
Fue llevado al Tribunal de Fuero
Especial y, como no lograron que cambiara su manera de pensar, se tomó de
inmediato la orden de eliminarlo y volver al sistema, al orden establecido.
Se nombró de inmediato a otro Santa
Clos, uno de los que estaban en entrenamiento intensivo, para sustituir a los
que se jubilaban, y éste, diligente como era, en la próxima navidad, en
contubernio con la Doña Merry Crismas, les entregó a los niños ricos sus
regalos y, como castigo a los pobres, por haber recibido regalos que no les
correspondían, no les llevó ni frijol, ni maíz, ni pan, ni café…
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