Me gusta el consenso porque incluye la
Fragilidad en el adulto mayor como un criterio de decisión
Resumen de lo nuevo
- Este consenso se enfoca en
el desconocimiento de la hipertensión arterial y estrategias para mejorar
el grado de detección, revaloriza la toma de presión arterial fuera del
consultorio y las automediciones ocasionales como herramienta de
detección.
- En la clasificación elimina
la categoría de presión arterial óptima y disminuye la edad a 16 años.
- Revaloriza la importancia de
la hipertensión arterial, sugiere uso de mediciones ambulatorias para
mejorar el control.
- En la detección de daño de
órgano blanco elimina la medición de espesor íntima media y agrega
valoración de rigidez arterial.
- En la evaluación de
condiciones clínicas asociadas agrega el diagnóstico de deterioro
cognitivo y la evaluación de trastornos cognitivos.
Poblaciones
especiales
Embarazadas
Existe mayor evidencia que bajar la presión arterial diastólica hasta
cifras de 85 mm Hg en las hipertensas embarazadas es inocuo para el feto. Se
recomienda, con mayor énfasis, descartar la hipertensión gestacional
solicitando registros de presión arterial fuera del consultorio.
Pacientes de edad
avanzada
En adultos de edad avanzada se recomienda evaluar la fragilidad con
escalas validadas para iniciar y elegir el tratamiento antihipertensivo. El
consenso recomienda, como Clase I, Nivel B, iniciar tratamiento
antihipertensivo en pacientes mayores de 80 años sin fragilidad con presión
arterial sistólica ≥ 160 mm Hg, con objetivo de presión arterial sistólica
entre 140 y 150 mm Hg. En pacientes frágiles, la decisión de iniciar
tratamiento antihipertensivo queda a cargo del médico tratante, evaluando el
riesgo-beneficio en cada caso (Clase I, Nivel C).
Consultando al Dr. Claudio Majul, miembro de la mesa de Diagnóstico del
Consenso y uno de los coordinadores del mismo, exdirector del Consejo Argentino
de Hipertensión arterial (2014 - 2015), resaltó que: "Los resultados de la
última Encuesta Nacional sobre Factores de Riesgo y del estudio RENATA-2 (Registro Nacional de Hipertensión
Arterial) han incrementado la necesidad de diseñar estrategias que
contribuyan a mejorar el control de la hipertensión arterial y la reducción de
la morbimortalidad cardiovascular en la Argentina. Por lo tanto, hemos
considerado oportuno e indispensable que la Sociedad Argentina de Cardiología,
la Federación Argentina de Cardiología y la Sociedad Argentina de Hipertensión
Arterial, por primera vez, unifiquen esfuerzos en la misma dirección para que
el mensaje llegue con fortaleza a los agentes de atención primaria, quienes en
definitiva son los efectores insustituibles de las medidas que podrían mejorar
la salud de nuestra población".
Punto de vista
El consenso de hipertensión arterial presentado es el primer documento de este tipo en el que participan las tres sociedades: SAC, FAC y SAHA, y por ello se debe felicitar a los involucrados que han podido trabajar en conjunto para obtener este consenso. Es de vital importancia la diseminación del mismo para poder mejorar el conocimiento de la hipertensión arterial y, a través del tratamiento, prevenir eventos cardiovasculares, cerebrovasculares y trastornos cognitivos en quienes la padecen. Varios puntos a resaltar en este consenso, desde mi punto de vista, incluyen: 1) Revalorización del control domiciliario de presión arterial para mejorar el control de la misma, y en algunos casos ayudar al tratamiento. 2) El agregado de los trastornos cognitivos con condiciones clínicas asociadas y la realización de pruebas correspondientes para su detección. 3) La evaluación de la "fragilidad" en pacientes de edad avanzada. |
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