Me gustaría mucho compartir con todos mis lectores la Declaración de Lima sobre la enseñanza de la Geriatría y Gerontología, ya por estudios previos, se sabe que únicamente
el 14% de las escuelas de medicina de América Latina y el Caribe (ALC) tienen
programas de geriatría, y menos del 2 por ciento de los programas de estudios
avanzados en enfermería tiene personal docente de tiempo completo capacitado en
enfermería geriátrica. Una rotación obligatoria por geriatría en todas las
escuelas de medicina sería una decisión acertada, a fin de prepararse para el
envejecimiento veloz de la población de la región que se prevé para las
próximas dos décadas. Sin embargo, ni siquiera esto resolverá el problema para
la próxima generación de personas mayores (1).
No se conocen datos de estudios en Gerontología.
En América Latina hay un proceso de envejecimiento,
que es diferente a cada país. Es un proceso generalizado en todos los países de
América Latina. Todos los países de la región avanzan hacia el envejecimiento
de sus sociedades. Pero, es por sobre
todo, un proceso heterogéneo, que tiene
que ver con: el sexo, la edad, la zona de residencia y el origen étnico.
Este envejecimiento de la población, que resulta de
la transición demográfica de los países en desarrollo, es mucho más acelerado
que el ocurrido en los países desarrollados. Cabe destacar, sin embargo, que este proceso es heterogéneo en la región,
ya que hay países en prácticamente todas las etapas de la transición
demográfica aunque, en mayor o menor medida, todos ya la han iniciado (2).
En la actualidad, América Latina y el Caribe tiene
cerca de cincuenta millones de personas de sesenta años y más, y se espera que
para el 2025 esta población aumente a más de cien millones.
Según las proyecciones, para el año 2050 uno de cada
cuatro latinoamericanos será una persona mayor, y en seis países de la región
un 30% de sus habitantes tendrá más de 60 años (3).
En Guatemala, La población de 60 años y más es cada vez mayor, La mayoría vive en
situación de pobreza y de pobreza extrema, se enfrentan a poco o nulo acceso a
servicios básicos y protección de los sistemas de seguridad social, sufren la marginación
familiar y/o social y en algunos casos maltrato físico, psicológico e institucional (4).
En Guatemala, se calculó que en el final de siglo pasado, la
población de ancianos sería de 672 mil y que para el 2025 se calcula en un
millón 660 mil (7.4 % de la población) (5).
El envejecimiento es, además, un proceso que tiene
una serie de características comunes: es universal (afecta a todos los
organismos vivos), intrínseco (independiente de factores ambientales),
heterogéneo (cada especie tiene una velocidad característica de
envejecimiento), deletéreo supresor (conduce a una reducción de la competencia
funcional) e irreversible (6). Además,
los Adultos Mayores, producen el mayor número de visitas hospitalarias, el mayor número de reingresos, estancias
hospitalarias más prolongadas, consumen el 60 % del tiempo de la actividad del médico de AP y son los principales consumidores de fármacos. La vejez produce las enfermedades más
incapacitantes, tales como las ostearticulares (artrosis), cerebrovascualres, neurológicas (Parkinson y
demencias), cuadros residuales (fractura de cadera y amputación de extremidades), enfermedades
orgánicas avanzadas (ICC, EPOC), etc. (7).
Por otro lado, en el diagnóstico de la situación de
los planes de pensión en Guatemala, se han identificado por lo menos 8 aspectos
críticos del Sistema Nacional de Pensiones: baja cobertura, ausencia de
mecanismos de articulación e integración, posición financiera y sostenibilidad comprometidas
además de mala percepción del IGSS (Instituto
Guatemalteco de Seguridad Social - institución que se recupera de un fraude del
2004 en un fideicoso para hacer viviendas que le ocasionó una pérdida de Q 570
millones y de los que aún resta por recuperar Q 350 millones). (8).
Otro aspecto importante en Guatemala y América
Latina a considerar en los sistemas de
pensiones es la Feminización de la Pobreza, que en nuestros
países es más evidente y que hace que las personas mayores del sexo femenino no
estén cubiertas por los sistemas previsionales y que tengan que depender de sus
esposos en la edad adulta, especialmente en el grupo de 75 años o más y como la mujer vive más, al
quedarse viuda, recibe una fracción de lo que el esposo recibía, lo que resulta
insuficiente para cubrir sus necesidades básicas (9).
Guatemala se enfrenta a un gran desafío por el
incremento paulatino de su población de Adultos Mayores y no existen
en los planes de gobierno y, especialmente, en las instituciones formadoras de
profesionales una adecuada
concientización en la preparación de los profesionales, especialmente en el
campo de la medicina, por lo que se hace
imprescindible estudiar si se tienen planes acerca de la formación en
Gerontología y Geriatría en las diferentes Facultades de Medicina de nuestro
país, tanto a nivel de pre grado, como en post grado.
Por todo lo expuesto se hace evidente que es muy importante la implementación de programas de formación de profesionales en dichas áreas y por ello creo que es muy importante la Delcaración de Lima, como un enunciado que nos llama la atención acerca de lo que debemos de hacaer en nuestras Facultades de Medicina, tanto a nivel de pre, como de post grado.
DECLARACIÓN DE LIMA SOBRE ENSEÑANZA DE LIMA SOBRE
ENSEÑANZA DE
GERIATRÍA Y GERONTOLOGÍA (10 ).
Agosto 2005
1. La situación actual de los adultos mayores requiere
de la reorientación de los sistemas de salud y un compromiso multisectorial.
Los programas de formación de recursos humanos deberán responder a esta realidad,
teniendo metas específicas e indicadores que evalúen esta respuesta.
2. Promover y difundir una cultura de envejecimiento
saludable activo y productivo en la persona, familia y comunidad en general. La
preparación de los medios de comunicación es imprescindible.
3. Fortalecer las capacidades técnicas de los
profesionales de la atención primaria, con el desarrollo de la formación de los
equipos interdisciplinarios, con habilidades, competencias y actitudes
necesarias para atender a este grupo poblacional.
4. Promover, diseñar e implementar programas teórico –
prácticos homogéneos de geriatría y gerontología durante la formación de pre grado de todos los profesionales de salud
y otros miembros afines del equipo de salud
5. Incluir en la capacitación de los profesionales
médicos de otras especialidades temas de envejecimiento y atención de las Personas
Mayores.
6. Ampliar y fortalecer los programas de post grado
acreditados, como la especialización en geriatría, pasantías, diplomados, maestrías,
doctorados en gerontología para profesionales del equipo de salud que trabajan
con Personas Adultas Mayores. Proveer instancias laborales para su desarrollo.
7. Las instituciones educativas, deberán de invertir
en la capacitación de sus recursos humanos en la docencia e investigación
asociados a temas de envejecimiento y vejez. Proveer instancias laborales para
su desarrollo.
8. Se recomienda que la única forma de optar por el
título de especialista en geriatría sea la residencia médica, mediante un programa
universitario de post grado.
9. Diseñar,
implementar, garantizar y monitorear la acreditación de los centros y programas de capacitación en
geriatría por instituciones pertinentes nacionales o extranjeras de reconocido
prestigio, como la Academia Latino Americana de Medicina del Adulto Mayor
(ALMA).
10. Diseñar,
implementar, garantizar y monitorear la acreditación de los centros y programas de capacitación en el
área de salud del Adulto Mayor para enfermería, trabajo social, psicología,
tecnología médica y otros asociados a los servicios de salud, por instituciones
pertinentes nacionales o extranjeras de reconocido prestigio.
11. Diseñar, implementar y poner en práctica redes de
capacitación e investigación tanto nacionales como internacionales que optimice
y complemente los programas educativos de las instituciones.
12. Asegurar la creación
de servicios de geriatría, acreditados, de referencia en las instituciones
prestadoras de salud, a cargo de médicos especialistas en geriatría; que
permitan la formación de especialistas de las diferentes profesiones.
Bibliografía:
1.- El
estado de Envejecimiento y Salud en America Latina. Organización Panamericana de la Salud/Merck Institute of Aging and Health 2004
2.- Encuentro Latinoamericano y Caribeño sobre las Personas de Edad:
Antecedentes. Santiago de Chile, 8 al 10 de septiembre de 1999.
3.- Centro Latinoamericano y del Caribe de Demografía
(CEPAL). División de población de la CEPAL. Proyecciones demográficas 2003
4.- Guatemala,.
Intervención en la II Asamblea Mundial
sobre el Envejeciminto
Madrid , España 8 de Abril de 2002.
5.- Arias de Blois, Jorge. En el día del
senescente. Población y Desarrollo. Ano
VIII, No. 11. Nov de l990.
6.- Timiras
PS. Envejecimiento y enfermedad. En: Bases fisiológicas del envejecimiento y
geriatría. 2ª ed. Barcelona: Masson, 1997 p. 27-42.
7 .- Rubio Herrera R, Mataix Verdú J. Gerontología Sanitaria Aplicada. Valoración Geriátrica I8. Integral. Geriatría.
Grandes Síndromes Geriátricos.
Demencias. Tomo IV. Funiber Guatemala
8.- Diagnóstico del País. El Periódico.
Guatemala.
9.-Jöelle Barbot-Coldevin.
Desigualdades basadas en el género: la adulta mayor y su vulnerabilidad. Sección
III. La situación socioeconómica de la población adulta mayor: un grupo vulnerable.
CEPAL. Serie Seminarios y Conferencias. No. 2.
10.- Trabajo de equipo en Geriatría. www.eclac.org/celade/noticias/paginas/4/23004/JParodi