Trayectoria de los síntomas de COVID-19 persistente después de la vacunación: estudio de cohortes de base comunitaria
Ayoubkhani D, Bermingham C, Pouwels KB, et al.
BMJ. 2022 May 18; 377: e069676.
Con el fin de estimar las asociaciones entre la vacunación contra la COVID-19 y los síntomas de COVID-19 persistente en adultos con infección por SARS-CoV-2 antes de la vacunación, se llevó a cabo un estudio observacional de cohortes con la población residente en la comunidad, en Reino Unido. Los participantes fueron 28.356 sujetos en inscritos en la Encuesta de Infección COVID-19 de la Oficina de Estadísticas Nacionales, de 18 a 69 años, que recibieron al menos una dosis de un vector de adenovirus o una vacuna de covid-19 de ARNm después de dar positivo para la infección por SARS-CoV-2. El criterio principal de valoración fue la presencia de síntomas prolongados de covid al menos 12 semanas después de la infección, entre el período de seguimiento del 3 de febrero al 5 de septiembre de 2021.
La edad media de los participantes fue de 46 años, el 55,6% (n=15760) eran mujeres y el 88,7% (n=25141) eran de raza blanca. La mediana de seguimiento fue de 141 días desde la primera vacunación (entre todos los participantes) y de 67 días desde la segunda vacunación (83,8% de los participantes). Un total de 6.729 personas (23,7%) informaron de síntomas prolongados de COVID-19 de cualquier gravedad al menos una vez durante el seguimiento. Una primera dosis de vacuna se asoció con una disminución inicial del 12,8% (IC 95% -18,6% a -6,6%; p<0,001) en la probabilidad de covid persistente. La segunda dosis se asoció con una disminución inicial del 8,8% (IC 95% -14,1% a -3,1%; p=0,003) en la probabilidad de COVID persistente, con una disminución posterior del 0,8% a la semana (-1,2% a -0,4% a la semana; p<0,001). No se encontró heterogeneidad en las asociaciones entre vacunación y COVID persistente según las características sociodemográficas, estado de salud, ingreso hospitalario con COVID-19 agudo, tipo de vacuna (vector de adenovirus o mRNA) o duración desde la infección por SARS-CoV-2 hasta la vacunación.
En conclusión, la probabilidad de síntomas prolongados de COVID disminuyó después de la vacunación frente a la COVID-19, con una mejora sostenida después de la segunda dosis, al menos durante la mediana de seguimiento de 67 días. La vacunación puede contribuir a una reducción en la carga de salud de la población con covid persistente, aunque se necesita un seguimiento más prolongado.
La edad media de los participantes fue de 46 años, el 55,6% (n=15760) eran mujeres y el 88,7% (n=25141) eran de raza blanca. La mediana de seguimiento fue de 141 días desde la primera vacunación (entre todos los participantes) y de 67 días desde la segunda vacunación (83,8% de los participantes). Un total de 6.729 personas (23,7%) informaron de síntomas prolongados de COVID-19 de cualquier gravedad al menos una vez durante el seguimiento. Una primera dosis de vacuna se asoció con una disminución inicial del 12,8% (IC 95% -18,6% a -6,6%; p<0,001) en la probabilidad de covid persistente. La segunda dosis se asoció con una disminución inicial del 8,8% (IC 95% -14,1% a -3,1%; p=0,003) en la probabilidad de COVID persistente, con una disminución posterior del 0,8% a la semana (-1,2% a -0,4% a la semana; p<0,001). No se encontró heterogeneidad en las asociaciones entre vacunación y COVID persistente según las características sociodemográficas, estado de salud, ingreso hospitalario con COVID-19 agudo, tipo de vacuna (vector de adenovirus o mRNA) o duración desde la infección por SARS-CoV-2 hasta la vacunación.
En conclusión, la probabilidad de síntomas prolongados de COVID disminuyó después de la vacunación frente a la COVID-19, con una mejora sostenida después de la segunda dosis, al menos durante la mediana de seguimiento de 67 días. La vacunación puede contribuir a una reducción en la carga de salud de la población con covid persistente, aunque se necesita un seguimiento más prolongado.