lunes, 26 de septiembre de 2011

Cambios en el estilo de vida y DM

Lifestyle Factors and Risk for New-Onset Diabetes
A Population-Based Cohort Study

Abstract
Background:
Epidemiologic data on the combined influence of several lifestyle factors on diabetes risk are rare, particularly among older adults.
Objective:
To examine how combinations of lifestyle risk factors relate to the 11-year risk for incident diabetes.
Design:
 Population-based prospective cohort study.
Setting:
National Institutes of Health (NIH)–AARP Diet and Health Study.
Participants:
114 996 men and 92 483 women, aged 50 to 71 years in 1995 to 1996, without evidence of heart disease, cancer, or diabetes.
Measurements:
A comprehensive survey of demographic characteristics and lifestyle factors, including dietary intake, body weight and height, physical activity, smoking, and alcohol consumption at baseline (1995 to 1996). Low-risk groups were formed by dichotomizing each lifestyle factor. Incident self-reported, physician-diagnosed diabetes was identified with a follow-up survey in 2004 to 2006.
Results:
11 031 men (9.6%) and 6969 women (7.5%) developed new-onset diabetes. For each additional lifestyle factor in the low-risk group, the odds for diabetes were 31% lower (odds ratio [OR], 0.69 [95% CI, 0.68 to 0.71]) among men and 39% lower (OR, 0.61 [CI, 0.60 to 0.63]) among women. Men and women whose diet score, physical activity level, smoking status, and alcohol use were all in the low-risk group had ORs for diabetes of 0.61 (CI, 0.56 to 0.66) and 0.43 (CI, 0.34 to 0.55), respectively. When absence of overweight or obesity was added, the respective ORs were 0.28 (CI, 0.23 to 0.34) and 0.16 (CI, 0.10 to 0.24) for men and women. Results did not differ by family history of diabetes or level of adiposity.
Limitation:
The study was observational, with potential for residual confounding.
Conclusion:
Lifestyle factors, when considered in combination, are associated with a substantial reduction in risk for diabetes.
Primary Funding Source:
The NIH-AARP Diet and Health Study was supported by the Intramural Research Program of the NIH.
Bibliografía:
1.- Reis, Jared P. Lifestyle Factors and Risk for New-Onset Diabetes: A Population-Based Cohort Study . Ann Intern Med September 6, 2011 155:292-299.

Mi comentario:
Este estudio nos viene a confirmar lo importante que es la prevención primaria en el desarrollo de la DM, donde es de relevancia la modificación a los estilos de vida, con cambios dietéticos, ejercicio, abandono del tabaco y otras medidas y sobre todo, la importancia que tiene en el paciente que ha desarrollado Síndrome Metabólico o en aquel paciente que tiene prediabetes, donde se encuentran los valores de glicemia en ayunas encima de 100 mg/dl.  Para mayor información les incluyo referencias donde pueden profundizar sobre este tema.
1.- Programa de Prevención de Diabetes N Engl J Med 2002;346:393–403; The Diabetes Prevention Program Research Group Diabetes Care 1999;22:623–634.
2.- Nakanishi N, et al. Ann Intern Med 2000;133:183-191.-
3.- Manson JE, et al. Am J Med 2000;109:538-542
4.-Rönnemaa T, et al. Diabetes Care 1996;19:1229-1232
5.- Newby DE, et al. Circulation 1999;99:1411-1415.- 
6.- Newby DE, et al. Circulation 2001;103:1936-1941
7.- Tuomilehto J, Lindström J, Eriksson JG, et al (Finnish Diabetes Prevention Study Group). Prevention of type 2 diabetes mellitus by changes in lifestyle among subjects with impaired glucose tolerance. N Engl J Med. 2001;344: 1343-1350.
8.- Knowler WC, Barrett-Connor E, Fowler SE, et al (Diabetes Prevention Program Research Group). Reduction in the incidence of type 2 diabetes with lifestyle intervention or metformin. N Engl J Med. 2002;346:393-403.
9.- Pan XR, et al. Effects of diet and exercise in preventing NIDDM  In people with impaired glucose tolerance. The Da Qing IGT and Diabetes Study. Diabetes Care 1997;20:537-544




viernes, 16 de septiembre de 2011

Datos en relación a aspectos médicos farmacológicos a considerar

Aproximadamente el 10% de los pacientes alberga una bacteria entérica,  Eubacteriun lentum, que metaboliza en el intestino la digoxina a dihidrodigoxina.  La administración de antibióticos como eritromicina y tetraciclina destruye la flora intestinal y la absorción del medicamento aumenta, pudiendo aumentar la toxicidad.
“Cuando se administran dos fármacos es posible que se produzca una interacción medicamentosa; cuando se administran tres es muy probable; cuando se administran cuatro, lo difícil es que no se produzca una interacción medicamentosa “.
Biblbiografía
1.- Acta Farm. Bonaerense 21 (2): 139-48 (2002)

Mi comentario:
creo que  de los aspectos más importantes en la consideración del tratamiento de nuestros pacientes, son no sólo los efectos adversos de la intervención, sino los daños que potencialmente podamos hacer en los mismos y por otro lado, es muy importante, especialmente en los Adultos Mayores tomar en cuenta la interacción farmacológica y es por ello que les recomiendo siempre tener a la mano, uno de los mejores programas que conozco, que permite chequear, desde las dosis, hasta efectos adeversos e interacciones medicamentosas, que es el epocrates, que se puede bajar por internet, en su versión simple que es gratis y se puede tener tanto en la computadora de escritorio, como en un Black Berry o cualquier celular que permita bajarlo, que tiene la utlidad práctica que lo podemos llevar siempre con nosotros.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Beneficios del chocolate

Chocolate reduce el riesgo de ECV  y de ACV
                 En el  Congreso Europeo de Cardiología (ESC) y en forma simultánea con una publicación en BMJ, se presentó un trabajo de investigadores de la Universidad de Cambridge donde confirmaron que comer chocolate tiene sus beneficios.
                El trabajo consistió en una detallada búsqueda bibliográfica,   donde luego de la depuración, sólo se incluyeron siete trabajos, en los cuales estudiaron en conjunto 114 000 pacientes aproximadamente para ser considerados en el análisis.
                De los mencionados estudios, cinco reportan una asociación significativa inversa entre el consumo de chocolate y los trastornos metabólicos.
                Por medio de un meta-análisis que incluyó los estudios en mención, los investigadors encontraron que el consumo elevado de chocolate se asocia a una reducción en el riesgo de trastornos metabólicos:
  • Reducción del 37% en cualquier manifestación de enfermedad cardiovascular (riesgo relativo 0,63 (IC95% 0,44-0,90)
  • Reducción del 29% en riesgo de infarto cerebral (riesgo relativo 0,71 (IC95% 0,52-0,98).
                Como hallazgo adicional, tenemos que no se observó asociación significativa entre el consumo de chocolate y el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca (riesgo relativo 0,95 (IC95% 0,61-1,48).
                Dentro del estudio, sólo un trabajo  evaluó la asociación entre consumo de chocolate y diabetes y mostró una asociación beneficiosa entre chocolate y diabetes en hombres: HR 0,65 (IC95% 0,43-0,97), y mujeres japonesas: HR 0,73 (IC95% 0,48-1,13).
Bibiliografía:
  1. Buitrago-Lopez A, Sanderson J, Johnson L, et al. Chocolate consumption and cardiometabolic disorders: systematic review and meta-analysis. BMJ 2011; DOI:10.1136/bmj.d4488. Disponible aquí: http://www.bmj.com.

Las propiedades beneficiosas de los flavonoides del cacao (EUFIC)
European Food Information Council

                Varios datos históricos sugieren que el cacao se viene utilizando con una finalidad 
curativa desde hace más de dos mil años, desde las antiguas civilizaciones maya y azteca 
y tras su introducción en Europa en la Edad Media. Se han registrado más de  100  usos medicinales  del  cacao  y  el  chocolate,  entre  los  que se encuentran tratamientos  para  el  cansancio,  la  delgadez  extrema,  la  fiebre,  la  angina  y  los problemas  cardíacos,  la  anemia,  la  falta  de  aliento  y  los  problemas  renales e intestinales. 
Sin embargo, prácticamente no existía ningún dato científico adecuado que respaldara su eficacia
 en la prevención o el tratamiento de dichos trastornos. 
En  la  actualidad,  algunos pueblos  indígenas de América Central  y del Sur  siguen utilizando  distintas  partes  del  árbol  del  cacao  para  preparar  sus  medicinas 
tradicionales. 

                Aunque actualmente se considera un alimento de buen sabor reservado a los golosos, cada vez hay más pruebas que sugieren que su uso histórico como medicina puede tener validez científica. Gran parte de sus propiedades terapéuticas pueden atribuirse a unos compuesto, denominados flavonoides, presentes en grandes cantidades en los granos de cacao.

                Los flavonoides son unos compuestos naturales que se encuentran en abundancia en las plantas y en los alimentos y bebidas de origen vegetal (leguminosas, frutas como la manzana y la uva, cacao, etc). Aparentemente, tienen un papel funcional, ya que ayudan a la planta a  reparar daños y la protegen de plagas y enfermedades. Recientemente, los científicos han  comprobado que el consumo regular de frutas y verduras ricas en flavonoides reduce el riesgo de padecer muchas enfermedades crónicas como el cáncer, la apoplejía y las enfermedades cardíacas coronarias.

                Los flavonoides como antioxidantes 
                Muchos de los efectos beneficiosos asociados a los flavonoides parecen estar   relacionados con su actividad antioxidante. Los antioxidantes son una de las defensas del  organismo contra los radicales libres, que son pequeñas moléculas que se producen durante  los procesos metabólicos normales. La producción excesiva de radicales libres daña las células y sus componentes, incluido el ADN (material genético) celular, y se cree que tiene un papel  fundamental en el proceso de envejecimiento y en muchas enfermedades degenerativas y relacionadas con la vejez. Los flavonoides actúan como antioxidantes eliminando los radicales 
libres de las células y limitando así el daño que pueden causar.

            Efectos cardioprotectores
                La enfermedad cardiovascular (ECV) es un trastorno complejo que implica diversos  mecanismos que afectan a la función de los vasos sanguíneos. En la etapa inicial de la  enfermedad se desarrolla la aterosclerosis, que consiste en una acumulación de placa  compuesta en parte de colesterol en las paredes arteriales que provoca un estrechamiento y  endurecimiento progresivo de las arterias. Esto no sólo limita el flujo de sangre en la arteria, sino que también eleva la presión sanguínea y puede provocar coágulos o trombosis. Los  coágulos de sangre pueden obstruir la arteria en la que se forman o descomponerse y  desplazarse a otro lugar del sistema circulatorio. Esto entrañaría un riesgo de muerte ya que, si bloquean una arteria que conecta con un órgano vital como el corazón, pueden causar un  infarto o, en el caso del cerebro, un derrame cerebral.

                Se cree que los flavonoides del cacao tienen un efecto protector de la salud  cardiovascular por su capacidad de alterar varios procesos patológicos que intervienen en el desarrollo de la ECV. 
Tienen la propiedad de:
• Inhibir la oxidación del colesterol LDL (o colesterol “malo”) por los radicales libres, un primer paso importante en la formación de la placa aterosclerótica.
• Combatir la tendencia de las pequeñas células sanguíneas denominadas plaquetas a  agregare y formar coágulos sanguíneos. Esto suele compararse al efecto de la aspirina.
• Regular las respuestas inflamatoria e inmunológica de las paredes de los vasos sanguíneos,  que pueden ser anormales en caso de ECV.
• Regular el tono vascular o grado de constricción de los vasos sanguíneos, que contribuye a  aumentar la presión arterial.

                Al producir estos efectos beneficiosos, los flavonoides del cacao actúan mediante  diversos mecanismos, algunos de los cuales, al parecer, no están relacionados con la actividad antioxidante.

                Otros beneficios
Aunque la mayoría de los estudios se centran en la salud cardiovascular, también se está investigando si la actividad biológica de los flavonoides del cacao puede aplicarse para luchar contra otras enfermedades, como el cáncer y los trastornos asociados con la inflamación o el sistema   inmunológico alterado. Una posible aplicación recientemente verificada es el alivio de la diarrea, ya que los flavonoides del cacao pueden inhibir la secreción de fluidos en el intestino  delgado.

Referencias:
 (1) Ariefdjohan MW, Savaiano DA. (2005) Chocolate and cardiovascular health: is it too good to be true? Nutrition Reviews, Dec; 63
(12Pt 1):427­30. 
(2)  Ding E.L., Hutfless S.M., Ding X., Girotra S. (2006) Chocolate and Prevention of Cardiovascular Disease: A Systematic Review. 
Nutrition Metabolism (Lond) 3;3:2

Mi comentario: creo que estos artículos lo que viene a hacer es reforzar algo que sabíamos, pero que no lo teníamos adecuadamente evidenciado, aunque aún faltan más estudios para comprobar  los efectos beneficiosos, la evidencia actual nos indica que su uso está más que recomendado, sólo hay que tener cuidado con las calorías.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Controversias en el uso de Oxígeno en el IAM

Oxígeno en IAM
Cómo resultado de la controversia surgida en el tema, les adjunto dos revisiones recientes acerca del mismo en orden cronológico
Oxigenoterapia para el infarto agudo de miocardio
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se encontraron tres ensayos.Ninguno demostró que la oxigenoterapia en los pacientes con infarto agudo de miocardio (IAM) es más beneficioso que perjudicial en base a medidas de resultado clínicas. Tanto en el metanálisis por intención de tratar (intention-to-treat) como el metanálisis de IAM confirmado, hubo más muertes entre los pacientes que recibieron oxígeno que entre los pacientes que respiraron aire. Sin embargo, la diferencia no alcanzó significación estadística y podría deberse simplemente al azar.No hubo diferencias ni clínica ni estadísticamente significativas en el uso de analgesia entre los dos tratamientos. No obstante, en el metanálisis del uso de analgésicos en los casos de IAM confirmado se encontró una heterogeneidad moderada (I2 = 54%), que desapareció en el análisis por intención de tratar. Aunque los dos estudios usados en el metanálisis tenían diferencias en su diseño (por ejemplo cegado versus abierto) y las tasas de deserción (mucho mayores en Wilson 1997), no pudo investigarse la heterogeneidad más en profundidad con solo dos ensayos.
Esta revisión presenta un cierto número de limitaciones.En primer lugar, se observa una dispersión sorprendente en las pruebas para apoyar esta práctica generalizada. No pudo determinarse si había sesgo de publicación con los métodos formales, ya que sólo se encontraron tres estudios. No puede excluirse la posibilidad de que haya estudios no publicados u otros estudios publicados, especialmente en idioma extranjero, que no fueron indexados en las bases de datos electrónicas buscadas.
En segundo lugar, la calidad de los estudios incluidos fue generalmente deficiente y el riesgo de sesgo fue alto para ambos en cuanto a las medidas de resultado principales.Dos de los estudios (Rawles 1976; Wilson 1997) no fueron recientes y se realizaron antes de las mejoras registradas en los últimos diez años en cuanto al diseño, la realización y la información de los ensayos.Por lo tanto, los resultados deben ser interpretados con cautela.
En tercer lugar, Rawles 1976 se realizó en la época anterior a la reperfusión (trombólisis o intervención coronaria percutánea [ICP]) y, por lo tanto, no puede ser aplicable en el contexto actual. Es más, las tasas de mortalidad de IAM han descendido en los 30 últimos años debido a los mejores tratamientos (Babaev 2005; Movahed 2009; Steg 2004), incluidos la reperfusión y el uso de tratamientos médicos como los betabloqueantes, la aspirina o los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina.
Finalmente, la tasa de mortalidad global entre los participantes en control durante su estancia hospitalaria en los estudios incluidos fue de sólo un 1,7%.Esta tasa es inferior que la observada en los datos recopilados de manera sistemática en la actualidad (Babaev 2005; Movahed 2009). Si bien la explicación puede hallarse en el hecho de que se reclutó a los pacientes de riesgo más bajo, también podría deberse a un menor número de muertes en el brazo de control por cuestiones del azar (lo que habría contribuido a la diferencia evidente entre los grupos de oxígeno y control).
Conclusiones de los autores
Implicaciones para la práctica
Las pruebas en esta área son escasas, de calidad deficiente y anteriores a los adelantos en las técnicas de reperfusión y los métodos de los ensayos. La evidencia disponible sugiere efectos perjudiciales pero carece de poder estadístico, por lo que podría deberse al azar.Las pruebas actuales ni apoyan ni refutan claramente el uso sistemático del oxígeno en los pacientes con IAM.
Implicaciones para la investigación
Hacia 1950, se demostró que la administración de oxígeno puro por máscara facial no sólo no logró reducir la duración del dolor anginoso sino también prolongó los cambios electrocardiográficos indicativos de un IAM (Russek 1950). Este resultado requería una investigación adicional, más de 30 años atrás (Salzman 1975). Como Rawles 1976 posteriormente sugirió un posible efecto perjudicial, sorprende que no se haya realizado un estudio definitivo para descartar la posibilidad de que los efectos perjudiciales del oxígeno puedan superar a los beneficios.
El motivo parcial de la falta de financiación de este tipo de estudio fundamental puede buscarse en una fuerte creencia a priori (Cabello 2009; Danchin 2009), basada en el razonamiento fisiopatológico, de que la administración de oxígeno deba reducir tanto el déficit de oxígeno en el tejido miocárdico isquémico como la muerte tisular consiguiente. En efecto, tanto para los profesionales como para la población general es tan común el uso del oxígeno que se piensa habitualmente que si no es efectivo, al menos no va a ocasionar ningún daño.
Se considera necesario un ensayo controlado aleatorio para establecer la efectividad de, o el daño de, la administración del oxígeno a los pacientes con IAM. A pesar de las razones fisiopatológicas para creer que puede reducir el daño tisular, es también posible desde el punto de vista biológico que el oxígeno cause efectos perjudiciales (ver anteriormente “Por qué es importante realizar esta revisión”).
No se tiene conocimiento de que se esté realizando algún estudio de investigación o ensayo en curso que aborde la pregunta de si el uso sistemático del oxígeno en el IAM alivie el dolor o la muerte. Dados el uso generalizado del oxígeno en el IAM, la incongruencia en las recomendaciones acerca de cuándo y a quién debe administrarse y el hecho que las mejores pruebas actuales indican la posibilidad de efectos perjudiciales, debe aclararse esta incertidumbre lo antes posible.
Bibliografía:
Cabello J, Burls A, Emparanza J, Bayliss S, Quinn T. Oxigenoterapia para el infarto agudo de miocardio. Cochrane Database of Systematic Reviews 2010 Issue 6. Art. No.: CD007160. DOI: 10.1002/14651858.CD007160

Oxígeno en IM: ¿más daño que beneficio?
6 de septiembre de 2011
the hearth.org

(Artículo original en inglés, heartwire; 29 ago. 2011) Paris, Francia — Después de escuchar la evidencia científica, un mayor número de cardiólogos cree que el oxígeno es más perjudicial que útil en pacientes con IM, según una encuesta entre el auditorio del Congreso de la European Society of Cardiology (ESC) 2011. A pesar de esto, casi todos los asistentes dijeron que todavía se administra oxígeno en forma sistemática a todos los pacientes con IM en sus hospitales.

Si bien todos parecen estar de acuerdo en que es necesario un estudio a gran escala, considerando el papel protagonista de la administración de oxígeno, el Dr. José López-Sendón (Hospital Universitario La Paz, Madrid, España) señaló que se dificultaría llevar a cabo tal estudio porque en una situación de urgencia sería difícil obtener el consentimiento de un paciente para participar en un estudio en el cual podría no obtener un tratamiento que por mucho tiempo se ha supuesto que es útil.
Sin embargo, después que se plantearon todos los argumentos en pro y en contra del uso de oxígeno, hubo un casi un unánime «sí» del auditorio cuando el presidente de la sesión, el Dr. Salim Yusuf (McMaster University, Hamilton, ON) les preguntó si estarían de acuerdo en participar en tal estudio si fuesen pacientes con un IM.
Los dos encargados del debate tuvieron dificultades para analizar los datos en pro y en contra del empleo de oxígeno, ya que se han efectuado escasos estudios y los que se han realizado carecen del tamaño y la calidad para generar información significativa. Si bien en la actualidad se está planificando un estudio en 300 pacientes, el Dr. Yusuf dijo que éste no era lo suficientemente extenso. Añadió: «Necesitamos un estudio de 10.000 pacientes, no uno de 300».
Necesitamos un estudio de 10.000 pacientes, no uno de 300 — Dr. Yusuf
El Dr. López-Sendón hizo notar que en una encuesta reciente 98% de los profesionales sanitarios dijeron que administraban sistemáticamente oxígeno a pacientes con IM porque que era plausible: «La isquemia de miocardio es por falta de oxígeno de manera que es lógico administrarlo».
Hizo notar que si bien se dispone de escasos datos congruentes que respalden el empleo de oxígeno en los pacientes con IM, una encuesta reciente reveló que 55% de los profesionales sanitarios consideraban que el oxígeno reduce la mortalidad en estas circunstancias y sólo 1,3% dijo que pensaban que podría ser nocivo. Señaló que el procedimiento también brindaba la percepción a los pacientes y a los médicos de que se estaba haciendo algo útil, lo cual mitigaba la ansiedad. Además, la mayor parte de las directrices recomiendan la administración de oxígeno a los pacientes con IM.
Al analizar la evidencia científica, el Dr. López-Sendón dijo que era contradictoria y que algunos estudios señalaban que el oxígeno disminuía los cambios en el segmento ST, la necesidad de analgésicos, la hipoxemia grave y el tamaño del infarto, en tanto que otros estudios han señalado que aumenta la resistencia vascular coronaria y la frecuencia cardiaca y disminuye el gasto cardiaco.

Lavado de cerebro
Las sanguijuelas y las ventosas no matan a los pacientes, pero el oxígeno sí puede hacerlo — Dr. Lotan
Asumiendo el punto de vista antagónico, el Dr. Chaim Lotan (Universidad Hebrea Hadassah, Jerusalén, Israel) dijo que «cada vez hay más datos que nos indican no utilizar el oxígeno en pacientes con IM».

Arguyó: «Se nos ha lavado el cerebro para utilizar oxígeno», pero datos recientes indican que produce efectos nocivos los cuales son mediados principalmente por la vasoconstricción de las arterias coronarias». «Antes de comenzar a analizar los datos, no entendía cuánto daño estábamos causando con la administración de oxígeno».
Se han llevado a cabo sólo tres estudios aleatorizados sobre el oxígeno en pacientes con IM. Según lo comunicó heartwire, el Dr. Lotan hizo notar que un metanálisis reciente de estos estudios en una revisión de Cochrane demostró que el procedimiento se acompaña de un incremento de tres tantos en la mortalidad. Terminó diciendo: «El oxígeno está matando a pacientes. Es un fármaco y se debiera valorar como tal».
Sin embargo, el Dr. López-Sendón señaló que los tres estudios incluidos en el análisis tenían limitaciones graves y que sólo ocurrieron 13 muertes en total. «Esto no es suficiente para modificar el procedimiento. No tenemos muchos datos en uno u otro sentido que demuestren la utilidad o el perjuicio».
El Dr. Lotan añadió que el oxígeno era uno de los diversos procedimientos no basados en evidencia científica — incluidas las sanguijuelas y las ventosas — que se han utilizado en pacientes con IM. «Las sanguijuelas y las ventosas no matan a los pacientes, pero el oxígeno sí puede hacerlo».
Bibliografía:
Sue Hughes. Oxígeno en IM: ¿más daño que beneficio?. theheart.org. [International Editions > Spanish Edition > Sections > Noticias de heartwire > Desde heartwire]; 6 sep 2011. Accedido en http://www.theheart.org/article/1273677.do en 8 sep 2011

Mi comentario:
Estoy de acuerdo  en que aún tenemos en medicina algunas áreas que por su uso rutinario fueron olvidadas y no han sido adecuadamente investigadas, sino que nos basamos en estudios viejos y no adecuadamente documentados, sobre todo sin evidencias científicas adecuadas, por lo que creo que es muy importante, sobre todo como llamada de atención a los investigadores, una revisión de nuestras actuaciones y en base a que las estamos realizando… ¿se recuerdan de la cantidad de años que pasamos sin tener estudios recientes acerca de las dosis de insulina en los diabéticos?