Sobre las vitaminas y los beneficios del uso de la vitamina D
Debido a la preocupación sobre la seguridad de las vitaminas, investigadores de la Preventive Services Task Force de Estados Unidos escriben en "Annals of Internal Medicine" que no existe suficiente evidencia como para afirmar que la ingesta de algunas vitaminas previene la enfermedad cardiovascular o el cáncer, sin que ello signifique que "las personas no deban tomar vitaminas", ya que los suplementos vitamínicos pueden constituir una parte importante de la salud nutricional de mujeres embarazadas, pacientes que toman medicaciones que bloquean la absorción de nutrientes y los ancianos, que a veces no absorben cantidades suficientes de vitaminas procedentes de la dieta, por ello el panel de expertos publica una revisión exhaustiva de estudios que evaluaron la posible reducción del riesgo cardíaco y oncológico derivado de la ingesta de distintas vitaminas ( 1 ).
Derivado de los datos anteriores es de suma importancia informarnos acerca de los beneficios o no de las vitamina ya que en un estudio reciente de la salud de los médicos no se encontró beneficios de ingesta de las Vitaminas C y la E en la prevención de eventos cardiovasculares comparado con placebo ( 2 ) y la suplementación con altas dosis de vitamina E está asociado con incremento de todas las causas de mortalidad ( 3 ), además, altas dosis de suplementos de Vitamina E (> o =400 IU/d) puede incrementar todas las causas de mortalidad y deben de ser evitadas ( 4 ).
Considerando lo anterior, deberíamos hacernos la pregunta de si tomar o no suplementos vitamínicos debería ser conveniente, la respuesta derivada de las evidencias nos indican que las llamadas vitaminas, que se ofrecen como suplementos a la alimentación, no parecen ofrecernos ninguna protección para lo que fueron comercializadas, excepto, para todos aquellos grupos de alto riesgo como lo que hemos mencionado anteriormente ( en otro artículo abordaremos exhaustivamente las vitaminas y especialmente las llamadas antioxidante ).
La evidencia actual, sin embargo, parece indicarnos que si debemos de tomar vitamina D y acerca de ella tratará el resto de nuestro artículo.
La vitamina D no es en realidad una vitamina, aunque la consideramos siempre dentro de este grupo, ya que puede ser producida por exposición de la piel a la luz solar, por lo que se le debería de considerar una hormona que en base a su estructura molecular, la podemos incluir dentro del grupo de las esteroideas, incluyendo sus dos moléculas fundamentales: ergocalciferol (vitamina D2) y la colecalciferol (vitamina D3). Sin embargo por razones históricas y por su impacto en la salud pública y nutricional se le sigue clasificando y considerando como una vitamina (5).
El organismo humano obtiene la vitamina D de dos fuentes principales:
- por la acción de los rayos ultravioleta del sol, que en la piel activan el 7-dihidrocolesterol y lo convierten en colecalciferol o vitamina D3. Siendo esta la fuente principal de esta vitamina. La piel la produce al máximo con una exposición de 20 a 30 minutos en personas de piel blanca, y , para personas morenas o de raza negra se requiere un mayor tiempo de exposición, por otro lado, la piel de los ancianos sintetiza 3 a 4 veces menos de vitamina D (6)
- además, la vitamina D que proviene de algunos alimentos y que se absorbe con las grasas en el intestino delgado con la ayuda de la bilis y las enzimas pancreáticas.
Dentro de los principales alimentos que contienen vitamina D destacan el aceite de bacalao, las leches fortificadas y algunos pescados especialmente el salmón, la sardina y la macarela. De las fuentes mencionadas se obtiene el ergocalciferol y de algunos vegetales así como algunos hongos silvestres, se obtiene también la vitamina D2. No cabe duda que la principal fuente dietética lo constituye la leche fortificada con vitamina D y es por esto en muchos países la leche está disponible de esta manera, preparados que podemos encontrar en nuestro país facilmente. Por ello, es muy importante destacar que en los adultos mayores y especialmente en ancianos, haciendo énfasis en las mujeres, la dependencia de un aporte exógeno de dicha vitamina puede ser mayor, ya que la capacidad de producirla a través de la piel disminuye con la edad (7). Otro punto importante a destacar es que las dietas vegetarianas son un factor de riesgo para desarrollar deficiencia de vitamina D en todas las razas, ya que la mayoría de las fuentes dietéticas se originan de productos animales, que además hace que sean alimentos más caros.
La vitamina D es una hormona de gran importancia en el remodelaje óseo, además, la misma es esencial para una adecuada mineralización del tejido óseo y es requerida para el crecimiento de los osteoblastos. Su deficiencia nos lleva a una pérdida de la densidad ósea, debilidad e incoordinación muscular, dolor óseo y probablemente un riesgo aumentado por fracturas.
Para determinar la deficiencia de la misma utilizamos la medición de los niveles de 25-hidroxi vitamina D, a pesar de que sabemos que el componente activo lo constituye la 1,25 (OH) vitamina D. Sin embargo, la primera es la que mejor estima lo apropiado de las reservas hormonales en los diferentes tejidos de almacenamiento. La mayor parte de los estudios asumen que un valor superior a 30 ng/ml representa un nivel normal, 15 a 30 ng/ml un estado de deficiencia y menos de 15 ng/ml un estado claro de deficiencia hormonal ( 8 ).
Cabe destacar que los ensayos para determinar los niveles de 25-hidroxi-vitamina D dan variaciones importantes, que son propias de la metodología utilizada y, además, a su vez están sujetos a otras variables que incluyen aspectos como etnicidad, la estación del año, la vestimenta, etc. Una medición aislada, probablemente pueda no ser suficiente para estimar de manera dinámica la condición de un enfermo, si los laboratorios no son adecuadamente certificados y por el momento, los costos del examen, parecen ser significativos para un escrutinio global en la práctica médica diaria.
Se ha encontrado una prevalencia muy elevada de niveles reducidos de vitamina D (>50% en todas las regiones), en mujeres osteoporóticas posmenopáusicas. La deficiencia se define por un nivel de 25 (OH) vitamina D menor que 20 ng /ml. Se acepta como normal una cifra superior a 30 ng /ml. La deficiencia involucra poblaciones cercanas al Ecuador (30-50% de niños y adultos). En adultos la tasa de deficiencia, dependiendo de la región y la estación del año, va de un 40 hasta un 90%. Durante el embarazo y la lactancia, 73% de las mujeres y 80% de los niños cursan con deficiencia ( 9 ). Una deficiencia de la misma en el embarazo determina una mala condición de los huesos en los niños.
Se ha encontrado que la deficiencia moderada o grave de vitamina D se asocia a una mayor incidencia de complicaciones vasculares a 5 años, y esta relación es muy significativa en los pacientes con hipertensión arterial (10 ). Se ha encontrado que niveles disminuidos de esta hormona se asociaban con un incremento en los marcadores clásicos de la inflamación incluyendo la proteína C reactiva, diversas interleucinas y el factor de necrosis tumoral alfa. Además, la vitamina D participa en la regulación de la presión arterial y dentro de sus acciones metabólicas se consignaba una inhibición de la secreción de renina y una participación en la homeostasis del metabolismo de la glucosa. Todo ello por sí mismo explica los problemas cardiovasculares que se han encontrado en relación a la misma.
Autier y Gandini identificaron 18 estudios aleatorizados del consumo de vitamina D e informaron resultados sobre la mortalidad total y realizando un metaanálisis al respecto. Estos estudios se efectuaron para otros criterios principales de valoración. Los individuos asignados al azar a vitamina D presentaron una reducción del 7%, estadísticamente significativa, de la mortalidad por todas las causas. La disminución fue del 8% en los estudios en los que la intervención fue de al menos 3 años y también del 8% para aquellos con un grupo control con placebo ( 11 ).
Por ello, ningún nutriente (u hormona) recibe mayor atención en la actualidad, con respecto a sus efectos pleiotrópicos, que la vitamina D. El "efecto pleiotrópico" es un concepto que describe un cambio raro e inesperado de varias características cuando se suponía que sólo una iba a cambiar,
Los efectos pleiotrópicos de la vitamina D, son acciones benéficas que abarcan una extensa variedad de trastornos fisiológicos, dentro de los que encontramos ( 12 ):
• Enfermedades malignas especialmente en cáncer de mama, colon y próstata.
• Enfermedades autoinmunes tales como la diabetes mellitus tipo 1, la esclerosis múltiple y la artritis reumatoidea.
• Diversas condiciones infecciosas como la tuberculosis y las infecciones de las vías respiratorias superiores.
• Enfermedades cardiovasculares abarcando trastornos de la presión arterial y la cardiopatía isquémica,
• Trastornos metabólicos incluyendo la diabetes mellitus y sus diversas complicaciones micro y macroangiopáticas.
Además se ha encontrado que es útil en la prevención de los desórdenes mentales (tales como la depresión y la esquizofrenia). El cerebro, la próstata, las glándulas mamarias y el tejido colónico entre otros, expresan receptores para esta vitamina. De manera directa o indirecta, controla más de 200 genes ligados con la regulación de la proliferación celular, su diferenciación, apoptosis y grado de angiogénesis. La misma es un importante inmunomodulante. La carencia de la misma se ha asociado en estudios longitudinales con diversos tumores malignos, enfermedades autoinmunes, enfermedades mentales y con una disminución de la sobrevida ( especialmente por eventos cardiovasculares) ( 6 ).
Estudios realizados, han propuesto la hipótesis de que existe una similitud entre los efectos benéficos de la vitamina D y aquellos que se obtienen con la terapia con estatinas. Piensan que estos beneficios insospechados podrían mediarse a través de la acción de la vitamina D en sus receptores a nivel intracelular (12).
Otros estudios poblacionales han mostrado que hay una asociación significativa entre la ingesta habitual de calcio, la composición corporal y el riesgo de desarrollo del síndrome metabólico. De tal asociación, se han realizado estudios clínicos que han demostrado que una dieta rica en productos lácteos puede acentuar las pérdidas de peso corporal y de grasa en la población obesa ( 13 )
Las dosis diarias recomendadas son para personas menores de 51 años de edad 200 UI de vitamina D, para personas de 51 a 70 años 400 UI diarias y de 600 UI diarias para sujetos mayores de 70 años. En el continente europeo para individuos menores de 65 años la recomendación es hasta 400UI al día y para individuos mayores de 65 años de edad la cifra es de al menos 400 UI diarias (14). Es de llamar la atención que cantidades significativamente superiores a las consignadas no elevaron el calcio sérico ni urinario fuera del rango normal.
Para la integridad ósea una dosis apropiada de vitamina D debe estar asociada con una ingestión de calcio de aproximadamente 1300 mg diarios para adolescentes, para adultos hasta los 50 años 1 gramo y aproximadamente de 1200 a 1500 mg diarios para sujetos mayores de 50 años y hasta las épocas más tardías de la vida.
Otro dato interesante, que ha sido dado a conocer recientemente hace notar que los niveles bajos de vitamina D se asocian con un mayor riesgo de hipertensión, azúcar alta en sangre y síndrome metabólico en adolescentes, según un estudio de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (Estados Unidos). Los resultados del trabajo se han hecho públicos durante la reunión anual sobre Epidemiología y Prevención de la Enfermedad Cardiovascular de la Asociación Americana del Corazón. Los investigadores analizaron a 3.577 adolescentes de entre 12 y 19 años que participaban en una encuesta de salud y nutrición realizada desde 2001. Los investigadores tomaron en consideración aspectos como la edad, el sexo, la raza, el índice de masa corporal, el estatus socioeconómico y la actividad física. Los resultados mostraron que aquellos adolescentes con los niveles mas bajos de vitamina D eran 2,3 veces más propensos a la hipertensión, 2,5 veces más a tener azúcar alta en sangre y 3,9 veces más al síndrome metabólico.
Bibliografía:
1.- Annals of Internal Medicine 2003;139:51-70
2- Sesso HD, Buring JE, Christen WG, et al. Vitamins E and C in the prevention of cardiovascular disease in men. The Physicians' Health Study II randomized controlled trial. JAMA 2008;300:2123-33.
3- ACP J Club. 2005 Jul-Aug;143(1):1.
4- Ann Intern Med. 2005 Jan 4;142(1):37-46. Epub 2004 Nov 10.
5- Holick Mf. Vitamin D: The underappreciated D-lightful hormona that is importan for the skeleton and cellular health. Curr Opin endocrinol Diabetes 2002;9:87-98.
6- DeLuca HF. Overview of general physiologic features and functions of vitamin D. Am J Clin Nutr 2004;80(suppl):1689s-1696s.
7- Reginster, JY. La elevada prevalencia de la insuficiencia de vitamina D y sus implicaciones para la salud ósea. Cur Med Research and Opinion 2005;21:579-85.
8- Dawson- Hughes B, Heaney RP, Holick MF, et al. Estimates of optimal vitamin D status. Osteoporosis Int 2005;16:713-716.
9- Timbo BB, Ross MP, McCarthy PV, Lin CT. Dietary supplements in a national survey: prevalence of use and reports of adverse events. J Am Diet Assoc. 2006;106(12):1966-1974. Annals of Internal Medicine 2003;139:51-70
10- Wang T., Pencina M., Booth S. y col. Vitamin D Deficiency and Risk of Cardiovascular Disease. Circulation. 2008;117.000-000.
11- Archives of Internal Medicine 167(16):1709-1710, Sep 2007
12- Grimes D. Are statins analogues of vitamin D. Lancet 2006;368:83-86.
13.- Los efectos del calcio de los productos lácteos y los suplementos de vitaminas influyen positivamente en nuestro metabolismo reduciendo la grasa corporal. AZprensa.com. Año no.2177. Martes, 17 de Febrero de 2009
14- Dawson- Hughes B, Heaney RP, Holick MF, et al. Estimates of optimal vitamin D status. Osteoporosis Int 2005;16:713-716.
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