Por medio de este blog les envío una parte de la vida del autor favorito de mi esposa, que fue escrito en el Periódico de Guatemala, por una de nuestras mejores columnistas de la historia cotidiana de nuestro bello y sufrido país.
El volcán a la izquierda es el volcán de Agua, el del centro es el volcán de Fuego, que se mantiene en erupción constante y el otro es el de Acatenango.
La Columna
Antoine de Saint-Exupéry
El 16 de febrero de 1938, el escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry salió de la ciudad de Nueva York acompañado de su mecánico y compañero de andanzas, Prévot, rumbo a Punta Arenas...
Por: María Elena Schlesinger / Ayer mes@itelgua.com
El 16 de febrero de 1938, el escritor y piloto francés Antoine de Saint-Exupéry salió de la ciudad de Nueva York acompañado de su mecánico y compañero de andanzas, Prévot, rumbo a Punta Arenas, un remoto lugar al final de la Cordillera de los Andes, en el extremo austral de Chile, en una travesía de más de 14 mil kilómetros. Una de las escalas para abastecerse de combustible fue Guatemala, país que no le era del todo desconocido debido a que su esposa, Consuelo Suncín, era viuda del escritor guatemalteco Enrique Gómez Carillo.El avión de Exupéry aterrizó en los llanos del aeropuerto La Aurora y ordenó cargar cierta cantidad de galones de gasolina, pero en aquel entonces nuestro galón contenía más volumen que el estadounidense, por lo que la nave sobrecargada no logró despegar y se estrelló al final de la pista.Gravemente heridos, tripulante y piloto, fueron conducidos al Hospital San Juan de Dios y posteriormente al Militar. Exupéry pasó 5 días en coma y debido a múltiples quemaduras y fracturas tuvo que someterse a varias operaciones. Por el epistolario familiar de los Suncín se sabe que Exupéry quedó gravemente herido, con 32 fracturas, 11 de ellas mortales. “Entré en la habitación”, relata Consuelo en sus memorias, “muy humilde pero limpia. Un enfermero velaba junto a su cama. Me costó reconocer a Tonio de lo hinchada que tenía la cabeza”.Según una investigación del escritor Jorge Carrol, el médico de cabecera de Exupéry, fue José Méndez Valle, padre de la poeta Luz Méndez de la Vega, quien impidió que le amputaran el brazo derecho hasta el codo, ya infectado por la gangrena. Saint-Exupéry pasó largos meses de recuperación y convalecencia en Guatemala, primero en el Hotel Palace, un hotel de abolengo ubicado en la 12 calle y 4a. avenida de la zona 1 de la capital, y luego en una casa grande, de inmensos corredores, en Antigua Guatemala, que según la tradición corresponde al antiguo Hotel Manchén, en la salida a San Felipe.Estudiosos de la obra de Saint-Exupéry han llegado a concluir que fue en aquella estancia de recuperación en Antigua, ciudad de las Perpetuas Rosas, que el paciente francés Exupéry se inspiró para su obra El Principito. Imaginamos al maltrecho escritor caminando cada mañana en dirección al sur, hacia los imponentes volcanes, atraído por el de Fuego, por sus continuas fumarolas. Sus caminatas mañaneras finalizan siempre en el parque, junto a un jardín repleto de rosas.Antoine de Saint-Exupéry escribió su obra El Principito en 1941, poco tiempo después de su accidentada estancia en nuestra tierra de volcanes y rosas.
Mi comentario: se dice que el volcán que aparece en su obra el Principito fue inspirado en nuestro Volcán de Fuego ( que se mantiene activo ), que es donde él cocina y el otro podía ser este mismo sin actividad o el Volcán de Agua o Acatenango, por lo que les pongo una fotografía de una vista de los tres volcanes, para que vean lo bello del paisaje de nuestro país, que es lo que Saint-Exupéry debe de haber visto muchas tardes. La fotografía la recibí el día de hoy y me fué enviada por la Cámara de Comercio de Guatemala, para que la disfruten.
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