“Realmente hay unas diferencias muy importantes entre el tipo de creatividad necesaria para ser un científico, y la necesaria para ser un ingeniero técnico. Esto significa que soy capaz de pensar de maneras muy distintas, y encontrar enfoques que son diferentes, a la manera en que un científico básico puede pensar."
Aubrey David Nicholas Jasper de Grey
(Nacido el 20 de Abril de 1963 en Londres, Inglaterra) es un gerontólogo biomédico biomédicoinglés educado en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido.
De Grey es autor de la obra The Mitochondrial Free Radical Theory of Aging (La teoría del envejecimiento de los radicales libres mitocondriales). Trabaja en el desarrollo de la senescencia negligible ingenierizada - una estrategia de reparación de tejidos que rejuvenecería el cuerpo humano y por lo tanto permitiría una esperanza de vida inefinida. Para conseguir esto, ha identificado siete tipos de daños a tejidos causados por el envejecimiento que deben ser reparados médicamente antes de que este objetivo se pueda alcanzar.
Bibliografía:
- “Aguanta un poco: la espera de 25 años para la inmortalidad”, entrevista en Live Science
- SENS ( Strategies for Engineered Negiglible Senescence )
Entrevista con el sorprendente Aubrey de Grey
Es un biólogo de la universidad de Cambridge especialista en envejecimiento. Piensa que el ser humano podrá llegar a vivir 1.000 años.
Por: Andrés Hax
http://ajmmekajros.com/anamnesis/2008/07/vejez-es-enfermedad-aubrey-de-gray/Encontrado en Google
Por: Andrés Hax
http://ajmmekajros.com/anamnesis/2008/07/vejez-es-enfermedad-aubrey-de-gray/Encontrado en Google
El excéntrico gerontólogo de 44 años de la Universidad de Cambridge, Aubrey de Grey, podría fácilmente integrarse al elenco del Señor de los Anillos sin siquiera tener que pasar por el camarín de maquillaje.
Es menudo y delgado, con una barba que le llega hasta el ombligo y pelo atado en una cola que le cubre toda la espalda. Su apariencia de científico loco le sienta bien. Aubrey de Grey es uno de los expertos mundiales en el tema del envejecimiento y está trabajando furiosamente para que la vida humana llegue a durar 1.000 años.
De Grey considera al envejecimiento como una enfermedad maléfica —el cáncer, sin ir más lejos— que se tiene que erradicar. Acaba de publicar un libro (Ending Aging o Contra el envejecimiento) donde resume sus investigaciones de la última década para un público general. Allí argumenta que ya existen la tecnología y los conocimientos para lograr extender la vida humana por siglos y siglos.
Aunque de Grey es visto de reojo por la comunidad científica, sus teorías, hasta ahora, no han sido refutadas ni invalidadas por sus críticos. A tal punto que la revista del MIT, Technology Review, ofreció una recompensa de 20.000 dólares para el biólogo molecular que lograra comprobar que los postulados de de Grey son erróneos. Hasta ahora nadie se ha adueñado del premio.
Aubrey de Grey afirma que el envejecimiento se debe a cinco causas básicas (y que cada una de ellas podrá en un futuro próximo ser atacada por intervención médica):
1. Degeneración celular
Es menudo y delgado, con una barba que le llega hasta el ombligo y pelo atado en una cola que le cubre toda la espalda. Su apariencia de científico loco le sienta bien. Aubrey de Grey es uno de los expertos mundiales en el tema del envejecimiento y está trabajando furiosamente para que la vida humana llegue a durar 1.000 años.
De Grey considera al envejecimiento como una enfermedad maléfica —el cáncer, sin ir más lejos— que se tiene que erradicar. Acaba de publicar un libro (Ending Aging o Contra el envejecimiento) donde resume sus investigaciones de la última década para un público general. Allí argumenta que ya existen la tecnología y los conocimientos para lograr extender la vida humana por siglos y siglos.
Aunque de Grey es visto de reojo por la comunidad científica, sus teorías, hasta ahora, no han sido refutadas ni invalidadas por sus críticos. A tal punto que la revista del MIT, Technology Review, ofreció una recompensa de 20.000 dólares para el biólogo molecular que lograra comprobar que los postulados de de Grey son erróneos. Hasta ahora nadie se ha adueñado del premio.
Aubrey de Grey afirma que el envejecimiento se debe a cinco causas básicas (y que cada una de ellas podrá en un futuro próximo ser atacada por intervención médica):
1. Degeneración celular
2. Acumulación de células no vitales
3. Mutaciones en los cromosomas
4. Mutaciones en mitocondria
5. La acumulación de "basura" dentro de las células.
El centro de investigaciones de Aubrey de Grey se llama SENS, sigla en inglés de Estrategias de Ingeniería de la Senescencia (término biológico que se refiere al envejecimiento de las células). Allí se puede ver en detalle su programa de investigaciones.
Desde su oficina en la aldea universitaria inglesa, de Grey charló con Ñ Digital por teléfono. Sorprenden el pragmatismo y la calma con que discute sus ideas, como si fueran cosas evidentes e inevitables. Repitamos: está convencido de que personas que están vivas hoy llegarán a vivir un milenio.
¿Como empezó esta búsqueda en su vida?
—No es que de golpe me di cuenta de que envejecer era algo malo que se podría arreglar. Siempre supe eso. Pero el momento de iluminación para mí fue darme cuenta de que los demás no pensaban de la misma manera. Cuando descubrí que los biólogos no consideraban que el envejecimiento era un problema a solucionar me espanté y decidí atacar el tema yo mismo.
Usted comenzó en el campo de la informática y se aprendió por sí mismo biología. ¿Se puede decir que es un genetista amateur, en el mejor sentido de la palabra?
—Bueno, sí sería justo. Todo lo que sé de biología lo aprendí informalmente sobre la mesa de mi comedor. Aunque con el del tiempo dejé de ser amateur.
Hay científicos que creen que dentro de poco se logrará la inmortalidad conectando la conciencia humana con la inteligencia artificial durante un evento conocido como Singularidad Tecnológica. ¿Cómo ve esos pronósticos?
—A mi juicio la singularidad no se refiere exclusivamente a la fusión entre los hombres y las máquinas. La singularidad describe la trayectoria de la evolución tecnológica y dice que dentro de los próximos 30 años desarrollaremos computadoras que no solamente tengan una inteligencia parecida a la nuestra sino que también serán capaces de evolucionar sin nuestra ayuda. Una vez que comienza esto la aceleración va ser irrefrenable, a tal punto que hay personas que no quieren que lleguemos a este punto.
Una sociedad singular
—Después un tema aparte es la posibilidad de combinar hombre y máquina, de subir nuestras conciencias a una máquina. En cuanto a si hago causa común con estas ideas, yo estoy a favor de las tecnologías que beneficiarán a la humanidad. Y algunas personas piensan que una estrategia más eficaz para combatir el envejecimiento sería transferir nuestro ser a otro dispositivo, que es lo contrario de lo que propone mi trabajo. Por ahí tienen razón. Y si la tienen, bienvenida sea.
¿Qué espera que logre su nuevo libro?
—La mayor parte del libro es una descripción detallada del proyecto SENS. Describe, por ejemplo, cuáles son las investigaciones por hacer y cómo lograremos nuestros objetivos, primero en ratones y después en humanos. Todas estas ideas estaban desparramadas en varios estudios. Espero que ahora que todo está reunido en un lugar la gente tenga la oportunidad de entender que nuestro plan es coherente y comprensivo.
Lograr estas prolongaciones de vida, ¿es una cuestión de tiempo nomás, o hay incógnitas que podrán ser insuperables?
—Está entre las dos cosas. Es un proyecto de investigación y desarrollo. De otras maneras, hay cosas que aún no sabemos hacer, pero en general estamos convencidos de que vamos a poder sobrepasar todos los nuevos obstáculos que se presenten.
¿Le asusta la muerte?
—No me molesta la idea de la muerte. Mi motivación principal en todo esto es que quiero salvar vidas. No creo que sea un punto de vista muy controvertido afirmar que la vida se tiene que cuidar siempre que se pueda. Yo llevo esta idea a la conclusión lógica de que el envejecimiento es algo que mata a la gente —más que todas las otras causas de muerte, combinadas— y por lo tanto es urgente solucionarlo. Es mi única motivación. No tengo ningun miedo personal a la muerte.
Y si pudiera vivir 1.000 años, ¿qué haría?
—La verdad es que no sé. En el corto plazo hay una variedad de cosas que no he tenido el tiempo de hacer y que sería divertido hacer. Puedo pensar en por lo menos 100 películas que no he visto y 100 libros que no he leído. Pero en términos más largos no tengo la menor idea. Ni sé si tengo ganas de vivir hasta los 1.000 años. Para ser completamente franco, no sé si quiero llegar hasta los 100. Pero quiero poder tomar la decisión de hacerlo o no cuando tenga 99.
La última pregunta: como científico y ciudadano planetario, ¿cuánto le preocupan las catástrofes ecológicas? ¿Piensa que podrán amenazar la vida sobre el planeta?
Está claro que tenemos que enfrentar este problema de una vez y limpiar el planeta y solucionar el calentamiento global. Y claro, muchos afirman que el trabajo que estoy haciendo podrá agravar los problemas ecológicos y de recursos naturales que sufrimos porque aumentará la población. Creo que es importante considerar este argumento. Pero también puede ser que la certeza de que uno vivirá más tiempo tenga el resultado de que las personas tomen al planeta más en serio al saber que estarán viviendo aquí mucho más tiempo.
El centro de investigaciones de Aubrey de Grey se llama SENS, sigla en inglés de Estrategias de Ingeniería de la Senescencia (término biológico que se refiere al envejecimiento de las células). Allí se puede ver en detalle su programa de investigaciones.
Desde su oficina en la aldea universitaria inglesa, de Grey charló con Ñ Digital por teléfono. Sorprenden el pragmatismo y la calma con que discute sus ideas, como si fueran cosas evidentes e inevitables. Repitamos: está convencido de que personas que están vivas hoy llegarán a vivir un milenio.
¿Como empezó esta búsqueda en su vida?
—No es que de golpe me di cuenta de que envejecer era algo malo que se podría arreglar. Siempre supe eso. Pero el momento de iluminación para mí fue darme cuenta de que los demás no pensaban de la misma manera. Cuando descubrí que los biólogos no consideraban que el envejecimiento era un problema a solucionar me espanté y decidí atacar el tema yo mismo.
Usted comenzó en el campo de la informática y se aprendió por sí mismo biología. ¿Se puede decir que es un genetista amateur, en el mejor sentido de la palabra?
—Bueno, sí sería justo. Todo lo que sé de biología lo aprendí informalmente sobre la mesa de mi comedor. Aunque con el del tiempo dejé de ser amateur.
Hay científicos que creen que dentro de poco se logrará la inmortalidad conectando la conciencia humana con la inteligencia artificial durante un evento conocido como Singularidad Tecnológica. ¿Cómo ve esos pronósticos?
—A mi juicio la singularidad no se refiere exclusivamente a la fusión entre los hombres y las máquinas. La singularidad describe la trayectoria de la evolución tecnológica y dice que dentro de los próximos 30 años desarrollaremos computadoras que no solamente tengan una inteligencia parecida a la nuestra sino que también serán capaces de evolucionar sin nuestra ayuda. Una vez que comienza esto la aceleración va ser irrefrenable, a tal punto que hay personas que no quieren que lleguemos a este punto.
Una sociedad singular
—Después un tema aparte es la posibilidad de combinar hombre y máquina, de subir nuestras conciencias a una máquina. En cuanto a si hago causa común con estas ideas, yo estoy a favor de las tecnologías que beneficiarán a la humanidad. Y algunas personas piensan que una estrategia más eficaz para combatir el envejecimiento sería transferir nuestro ser a otro dispositivo, que es lo contrario de lo que propone mi trabajo. Por ahí tienen razón. Y si la tienen, bienvenida sea.
¿Qué espera que logre su nuevo libro?
—La mayor parte del libro es una descripción detallada del proyecto SENS. Describe, por ejemplo, cuáles son las investigaciones por hacer y cómo lograremos nuestros objetivos, primero en ratones y después en humanos. Todas estas ideas estaban desparramadas en varios estudios. Espero que ahora que todo está reunido en un lugar la gente tenga la oportunidad de entender que nuestro plan es coherente y comprensivo.
Lograr estas prolongaciones de vida, ¿es una cuestión de tiempo nomás, o hay incógnitas que podrán ser insuperables?
—Está entre las dos cosas. Es un proyecto de investigación y desarrollo. De otras maneras, hay cosas que aún no sabemos hacer, pero en general estamos convencidos de que vamos a poder sobrepasar todos los nuevos obstáculos que se presenten.
¿Le asusta la muerte?
—No me molesta la idea de la muerte. Mi motivación principal en todo esto es que quiero salvar vidas. No creo que sea un punto de vista muy controvertido afirmar que la vida se tiene que cuidar siempre que se pueda. Yo llevo esta idea a la conclusión lógica de que el envejecimiento es algo que mata a la gente —más que todas las otras causas de muerte, combinadas— y por lo tanto es urgente solucionarlo. Es mi única motivación. No tengo ningun miedo personal a la muerte.
Y si pudiera vivir 1.000 años, ¿qué haría?
—La verdad es que no sé. En el corto plazo hay una variedad de cosas que no he tenido el tiempo de hacer y que sería divertido hacer. Puedo pensar en por lo menos 100 películas que no he visto y 100 libros que no he leído. Pero en términos más largos no tengo la menor idea. Ni sé si tengo ganas de vivir hasta los 1.000 años. Para ser completamente franco, no sé si quiero llegar hasta los 100. Pero quiero poder tomar la decisión de hacerlo o no cuando tenga 99.
La última pregunta: como científico y ciudadano planetario, ¿cuánto le preocupan las catástrofes ecológicas? ¿Piensa que podrán amenazar la vida sobre el planeta?
Está claro que tenemos que enfrentar este problema de una vez y limpiar el planeta y solucionar el calentamiento global. Y claro, muchos afirman que el trabajo que estoy haciendo podrá agravar los problemas ecológicos y de recursos naturales que sufrimos porque aumentará la población. Creo que es importante considerar este argumento. Pero también puede ser que la certeza de que uno vivirá más tiempo tenga el resultado de que las personas tomen al planeta más en serio al saber que estarán viviendo aquí mucho más tiempo.
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