viernes, 17 de diciembre de 2010

Medicamentos y Adultos Mayores

El uso excesivo de medicamentos amenaza a los residentes en los hogares de ancianos

La prescripción rutinaria de potentes medicamentos se produce con demasiada frecuencia, según los hallazgos de esta investigación, publicada en Consumer report en español


Más de cinco años después de que la Administración de  Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) advirtiera que los medicamentos que se prescriben de rutina a los residentes de hogares de ancianos constituían amenazas graves, incluido un mayor riesgo de muerte, el uso inapropiado de estos medicamentos continúa siendo elevado. Esto, según un análisis reciente realizado por la Sociedad Estadounidense de Farmacéuticos del Sistema de Salud (ASHP, por sus siglas en inglés). El proyecto forma parte de una investigación en curso realizada por CRH Best Buy Drugs acerca de los medicamentos recetados “off-label” (lo que significa, “por fuera de las indicaciones aprobadas”).

Los medicamentos en cuestión, antipsicóticos atípicos, están aprobados por la FDA para tratar el trastorno bipolar y la esquizofrenia. Sin embargo, con frecuencia se utilizan “off-label”, para controlar la agitación, la agresión, las alucinaciones y otros síntomas conductuales en los pacientes mayores con enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia. No existen medicamentos aprobados por la FDA para esas afecciones, pero los médicos pueden recetar legalmente cualquier medicamento por cualquier motivo que consideren apropiado.

Sin embargo, dichos medicamentos —como el aripiprazol (Abilify), la olanzapina (Zyprexa), la quetiapina (Seroquel) y la risperidona (Risperdal y su genérico)— presentan riesgos considerables, especialmente para las personas mayores, entre los que se incluyen diabetes, trastornos del movimiento (algunos permanentes), pulmonía, accidente cerebrovascular, aumento de peso e incluso muerte súbita de origen cardíaco.

“Existe evidencia limitada acerca de la eficacia de estos medicamentos y existe evidencia de riesgos de seguridad significativos”, afirma E. Ray Dorsey, M.D., profesor asociado de neurología en la Facultad de Medicina de Johns Hopkins University. “Además, muchas de las personas que los reciben tienen una capacidad limitada de sopesar los riesgos y beneficios de tomar estos medicamentos”.

Según los cálculos de la FDA, la tasa de mortalidad en pacientes ancianos con demencia que tenían problemas conductuales y recibieron antipsicóticos fue de alrededor del 4.5% en el transcurso de un ensayo controlado típico de 10 semanas, en comparación con alrededor del 2.6% para un grupo de placebo. Esto indujo a la FDA a exigir, en 2005, que se agregaran advertencias en un recuadro negro (el tipo de advertencia más severa) a las indicaciones de los medicamentos antipsicóticos atípicos. La FDA amplió la advertencia en 2008 e incluyó las indicaciones de los antipsicóticos “típicos” o más antiguos, incluidos la clorpromazina (ahora disponible solo como genérico) y el haloperidol (Haldol y su genérico).

¿Qué medidas debería intentar primero?

En un estudio publicado en Archives of Internal Medicine de 2010, los investigadores hallaron que, con frecuencia, el uso de antipsicóticos comenzaba durante la primera semana de un paciente en una residencia para ancianos. Esto sugiere que las intervenciones conductuales, el tratamiento de elección, se usan poco o nada.

“El paciente tiene miedo y se encuentra molesto por estar en un ambiente extraño, y el cuidador puede carecer de la capacitación necesaria sobre cómo reaccionar”, explica Kenneth Brubaker, M.D., geriatra y miembro de la junta de la Asociación Estadounidense de Directores Médicos (AMDA, por sus siglas en inglés), un grupo de profesionales de la salud que trabajan en hogares de ancianos y centros de vivienda asistida.

“Yo propongo que haya un familiar presente todo el tiempo posible durante el período de adaptación, ya que es el único contacto con la realidad que tiene el paciente”, afirma el Dr. Brubaker. “Establecer comunicaciones telefónicas frecuentes entre el paciente y sus familiares ayuda, al igual que mirar juntos los álbumes de fotografías o compilar un DVD de la historia de vida del paciente para recordarle el pasado”. Los cuidadores de primera línea, que tratan directamente con los residentes que tienen problemas conductuales relacionados con la demencia, a menudo tienen habilidades limitadas en el uso de estos enfoques, agrega el Dr. Brubaker. Según el médico, en esos lugares para ancianos, es más probable que se tranquilice a los nuevos residentes que tienen agitación con fármacos antipsicóticos que con fotografías familiares.
Tomado de Consumer report en español
Lunes 13 de Diciembre de 2010 12:44

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