Por lo importante de los criterios que contiene el siguiente artículo, me he permitido reproducirlo, dentro del contexto de lo que representa en nuestros países la implicación que tienen las campañas de vacunación.
Lunes, 15 de marzo de 2010
Asociación Médica Peruana.
Campaña de vacunación contra la influenza A H1N1 no tiene ningún sustento técnico ni epidemiológico
La incidencia y letalidad de casos reportados no justifica campaña y gasto
Existe el riesgo de que la población desarrolle reacciones adversas a esta vacuna nueva
No evitará la enfermedad por que el virus muta permanentemente.
La Asociación Médica Peruana (AMP) ha puesto de manifiesto que la vacuna contra la influenza AH1N1 no fue considerada en la Planificación de actividades de Atención Primaria 2010. Sus directivos sostienen que desde Noviembre del 2009, en que se inició la planificación de actividades, a la fecha, los informes de perfil de demanda y de vigilancia epidemiológica no reportan cambios en la incidencia del virus A H1N1 en el País.
"Los virus y sobre todo los del tipo RNA tienen la capacidad de mutar, por lo que la vacuna preparada serviría para la cepa de la epidemia de hace 1 año, más no para la que aparecería en el 2010", señaló Herberth Cuba, presidente de la Asociación Médica Peruana.
El dirigente sostuvo que la epidemia reportada de AH1N1 durante el 2009 ha demostrado ser una enfermedad con baja mortalidad (sólo 0.03% y asociada predominantemente a problemas médicos serios, no controlados), cuya posibilidad como en toda enfermedad infecciosa se da dependiendo de diferentes mecanismos: uno es el agente infeccioso y otro la respuesta del huésped.
La Dra. Flora Luna, por su parte, señaló, que existe la posibilidad de reacciones adversas con esta vacuna, lo que se incrementa con los adyuvantes como el Escualeno (núcleo básico del colesterol, y que su uso en vacunas se asocia a problemas de tipo inmunológico y endocrino) y Polisorbato 80 cuestionados adyuvantes, y sino el también cuestionado preservante Timerosal (etilmercurio).
Componentes de estas vacunas que han reportado reacciones adversas en el hemisferio norte, entre setiembre y noviembre del 2009, en países donde se realizo la campaña de vacunación como Holanda, Suecia, Francia y España.
"La mayor parte de cuadros de infecciones virales dentro de ellos la influenza son casos leves, autolimitados, algunos moderados que requieren solo de tratamiento sintomático. Lo que debe enfatizarse son las campañas educativas a la población" afirmó.
De acuerdo a la indicación del MINSA en una primera fase deberían vacunarse niños mayores de 6 meses, gestantes, trabajadores de salud; en una segunda fase adultos mayores con morbilidad. En este último grupo predominan los diabéticos y los hipertensos quienes por su enfermedad de fondo ya presentan alteración endotelial (daño del epitelio de los vasos sanguíneos).
La aplicación de la vacuna no protege de la infección de una epidemia de A H1N1 porque las cepas mutan constantemente; sin embargo, conlleva el riesgo de desarrollar reacciones adversas que pueden ser graves si existe una base de disfunción endotelial. Las reacciones al escualeno no son inmediatas, sino que pueden presentarse tiempo después como fue demostrado en la campaña de vacunación experimental de los combatientes de la guerra del Golfo quienes presentaron Síndrome de Guillén Barre motivo por el cual la FDA suspendió el uso de escualeno, en el 2004.
De otro lado, la AMP sostiene que el Consejo Europeo ha abierto un debate cuestionando la decisión de la OMS sobre su accionar durante la epidemia de A H1N1, como el cambio en la definición de pandemia, que ha conllevado a decisiones alarmistas en salud pública como las que estamos experimentando. Así mismo, al Dr Albert Osterhaus asesor principal de la OMS, sobre el virus de la influenza, se le ha descubierto serios conflictos de interés, por su relación con laboratorios fabricantes de estas vacunas. (Revista Science 19 Octubre 2009)
La Asociación Medica Peruana concluye que la campaña de vacunación contra el influenza A H1N1 no tiene ningún sustento técnico; ni epidemiológico; la incidencia y letalidad de casos reportados no justifica el riesgo de la población de desarrollar reacciones adversas a una vacuna que no va a evitar la enfermedad.
Además, nuestro país carece de un Fondo de Compensación (indemnización) por reacciones adversas a las vacunas de aplicación obligatoria, como en EEUU. Por lo tanto, por esta decisión del gobierno en relación a esta vacuna nueva, ¿quién y cómo se responsabilizará por los daños?
Lima 10 de marzo del 2010
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