sábado, 6 de marzo de 2021

Tratamiento de la enfermedad respiratoria alérgica en la era de la COVID-19: informe de EUFOREA

 

Glenis K S, Peter W H, Claus B, et al.

World Allergy Organ J. 2020 May 16;100124. doi: 10.1016/j.waojou.2020.100124. Online ahead of print.

La infección aguda por el CoV-SARG-2 (de la COVID-19) y el inicio de la rinitis alérgica estacional comparten algunas manifestaciones clínicas que se pueden confundir, en especial en quienes presentan los síntomas por primera vez. La tos y la fiebre son los síntomas más notables de la COVID-19, mientras que la conjuntivitis y el picor lo son de la rinitis alérgica. La anosmia repentina y completa puede ser un signo inicial de la infección por CoV-SARG-2, por lo que diferenciará la COVID-19 de la rinitis alérgica. Los equipos de expertos de EUFOREA elaboran un resumen de recomendaciones para las personas con rinitis alérgica estacional.

Puesto que el 44 % de la transmisión de la COVID-19 se produce a partir de personas asintomáticas, es importante vigilar lo mejor posible la rinitis alérgica estacional para disminuir síntomas, tales como los estornudos, la rinorrea o la tos, que pueden ser los causantes de la propagación del virus mediante la formación de aerosoles por aquellos que no se dan cuenta de que también padecen COVID-19.

Los expertos recomiendan iniciar rápido el tratamiento de la rinitis alérgica estacional y aplicarlo con regularidad durante la temporada polínica. Se deben evitar los corticosteroides sistémicos porque inhiben el sistema inmunitario. No existe ninguna contraindicación para el uso de corticosteroides intranasales, ya que no disminuyen la inmunidad y normalizan la estructura y función de la mucosa nasal. Los inhaladores para el asma deben seguir utilizándose como hasta entonces y administrarse de manera regular para mantener la estabilidad durante la temporada polínica. Los corticosteroides inhalados y las combinaciones de estos con broncodilatadores, agonistas β de acción larga, protegen frente a las crisis asmáticas producidas por virus y pueden tener un efecto beneficioso en la COVID-19. Asimismo, los pacientes con asma más grave o rinosinusitis crónica grave con pólipos nasales deben seguir tratándose con biofármacos para evitar el agravamiento de esas enfermedades. Si es factible para el sistema sanitario, se debe continuar la inmunoterapia específica con alérgeno (AIT, por sus siglas en inglés) en curso, siempre y cuando no se haya diagnosticado una infección por CoV-SARG-2 (COVID-19). No se recomiendan nuevos tratamientos con AIT, excepto la inmunoterapia sublingual, que solo requiere administrarse con supervisión.

En caso de infección por CoV-SARG-2, los pacientes asmáticos con exacerbaciones graves causadas por virus podrían necesitar corticosteroides orales. Los AINE, cuyo uso se sugirió evitar en todos los pacientes posibles, son vitales en casos de asma sensible a AINE.

No hay comentarios: